El amor es el culpable de que exista este lugar en donde se rinde culto a las quesadillas, gorditas, tlacoyos y tacos de guisado más suculentos de la capital.
Al filo de la banqueta, don Roberto Espinal Pichardo ha establecido su comal sobre el que se cocinan las mejores experiencias, al calor de un extraordinario sazón de casa.
Fue en 1997 cuando todo empezó: él y su esposa doña Gloria Ramírez, con quien tiene 30 años de casado, decidieron crear un sitio que los mantuviera unidos y prósperos.
Sabían de sus dotes culinarias, por lo que elegir el espacio perfecto no fue mayor complicación. Fue aquí donde nació el platillo estrella por el que todos vienen, los tacos con receta secreta 'de casa'.
Sobre una generosa tortilla de masa azul, aún humeante por estar recién hecha, luce inmejorable una buena dotación de costilla de puerco con champiñones, bañada en salsa de chile chipotle y morita.
Una mordida es ir directito al cielo y regresar implorando más. No hay cliente que diga lo contrario: aquí se guisa como si fuera el paraíso.
La fórmula de este éxito se extiende a las gorditas de chicharrón, queso, haba y frijol, así como a los tlacoyos, sopes y pambazos.
No quedan exentas las quesadillas: de queso, pollo y chicharrón; picadillo, papas, rajas, hongos, sesos y huitlacoche. También tacos de choriqueso, guisados diversos, chilaquiles y enchiladas.
Don Roberto, de 47 años, viaja todos los días cerca de una hora y media desde su hogar hasta el corazón de la ciudad, para continuar con su mayor pasión.
¿Dónde?
Visítalos en la calle de Balderas número 39, entre la avenida Juárez y la calle de Independencia, junto al Metro Juárez. De 08:00 a 18:00 horas, de lunes a sábado.