"Los Pescaditos de Siempre" están en plena calle, pero parece la sala de espera del lugar más amigable del mundo, pues mientras te regocijas con cada bocado, se te olvida todo.
Aquí existe una ley que pocos sitios pueden presumir: todos llegan con la boca haciéndoseles agua, urgidos por probar, con la ilusión desbordándose por los ojos. No hay nada como pedir el alimento y en un instante recibir una cantidad generosa, con un extenso y apetitoso menú de acompañantes.
Hay mucho filete de pescado frito, ya sea en taco o en orden, quesadillas, empanadas de camarón y tostadas de mariscos, además de cebollitas moradas y aguacate.
Sobre esa mesa en la cual se sirve y se despacha, todo es un éxito. La salsa de chile habanero verde con su toque de acidez no le pide nada a la de chiles rojos, exótica y con piloncillo.
Todo está preparado caseramente por Erick Allende, quien atiende este espacio desde hace 26 años y que, además, prepara las rajas de chile jalapeño con cebolla.
Su esposa Mercedes, trabajadora en la Central de Abasto, le enseñó a manejar y cocinar los mariscos. Pero ella no sólo es dueña de su corazón, sino también de la receta ultra secreta de ese platillo verde, que se sirve en tostada y que nadie puede creer que exista: el aguachile.
Resalta de entre todos los demás, aunque por el color, algunos piensan que es mole verde o chicharrón, quizá una ensalada de hierbas. Pero una vez que toca el paladar, es inconfundible… e inolvidable.
Es pescado sierra o peto, jugo de limón, pepino, cilantro y perejil, y una mezcla de ingredientes desconocidos, pero representativos de México. La mayonesa y las salsas le dan un plus a toda esa frescura.
“Toda la gente que llega por primera vez, vuelve a regresar, es una comida que cae bien al estómago”, dice Erick, quien ya hereda a su hijo esta enigmática gastronomía.
¿Dónde?
Visítalos en la colonia Narvarte, en la esquina de Anaxágoras y Luz Saviñón, en la delegación Benito Juárez. Jueves, viernes y sábado de 11:00 a 18:00 horas.
