Esperé tres décadas para recomendarte este lugar porque de ese tamaño es la tradición que ostenta.
Cuando mi mamá me recogía del kínder, me traía a comer aquí porque todos los platillos que preparaba doña Eustolia Cerón tenían el porte de comida casera.
Desde entonces, se me ha complicado olvidar este sazón; un estilo forjado por tres generaciones de manos que parecen bendecidas por ángeles, recreando una herencia que Doña Eu comenzó hace más de medio siglo, en el corazón de Santa María la Ribera.
Después de vender tamales y mole con mucho éxito, la oriunda hidalguense decidió abrir su propio local. Lo que Eustolia cocinaba delicioso y de forma tradicional, con especias y utensilios de antaño, a su hijo Melitón Nogal le empezó a quedar impecable. Por eso cuando doña Eu decidió jubilarse, confió su clientela y sus secretos a Melitón, quien a su vez le dio los andamios culinarios a su hijo, Eduardo Nogal, nieto de doña Eu.
Lo inolvidable de este lugar es el delicioso aroma que proviene de estas enormes ollas llenas de pura felicidad y guisados deliciosos. La gente viene a comer aquí porque a Eduardo no le tiembla la mano para servir: con un solo platillo puedes quedar satisfecho por el resto del día.
Aunque por fuera parece una fonda común, al probar alguno de los 115 platillos que Eduardo prepara, cinco por día, descubres que Cocina de Nogal tiene todo de extraordinario.
Lo que no te puedes perder es: el pastel de Huanzontle, las albóndigas en chipotle, el ceviche caribeño, el cerdo en morita, el pollo en escabeche (receta de Lalo), la pata en salsa verde y el mole. En fin, todo les queda divino.
Ahora, que si vas pronto, ya mejor vete directo a la especialidad de la casa: los Chiles en Nogada, que en agosto y hasta septiembre se sirve por temporada. Si tienes antojo de quesadillas fritas, lánzate el sábado porque Eduardo prepara una tanda surtida de tinga, sesos, picadillo, panza, queso, chicharrón y champiñón. Vete temprano porque la fila empieza a las seis de la mañana y para las 10 volaron.
Te paso un tip: Cuando llegues, pídele a Emita que te consienta con un plato de chiles curtidos en escabeche, como los que sirven en las cantinas, pero estos son receta secreta de la casa.
“El secreto es tener amor a la cocina, preparar los alimentos con cariño y transmitir a la comida tu sazón con buenas vibras”, dice Melitón.
Por eso Cocina de Nogal tiene todo para comer bien, a buen precio. Comprueba que, aunque los años pasen, los deliciosos recuerdos se quedan.
¿Dónde?
Nogal 54, entre la calle Hortensia y Amado Nervo. Colonia Santa María la Ribera. Delegación Cuauhtémoc. De lunes a sábado de 7 de la mañana a 4 de la tarde.
