S i Hortensia Hernández pudiera detener el tiempo, lo haría en esta fotografía tomada hace más de 40 años.
Desde temprano, ese día, Horte sabía lo que iba a pasar: Prepararía junto con sus hermanas el lunch para estar toda la tarde fuera de casa: Ensalada, bisteces empanizados, pan y refrescos. Sin decir una sola palabra a su mamá, se fugaría con sus hermanas Rosa, Alejandra, Ana María y su cuñada, para hacer un picnic con sus dos hermanos y el más pequeño de sus sobrinos, en el Bosque de Chapultepec.
Lo que está mujer descubriría con el pasar del tiempo y que en ese momento no sabía es el significado que esta imagen representaría para ella.
La familia de Horte es numerosa. Fueron diez hermanos que después de la separación de sus padres decidieron quedarse con su mamá.
La mujer, contra viento y marea, sacó adelante a cada uno de sus hijos.
Desde temprano se levantaba para hacerles el desayuno y preparaba a la tropa para salir a estudiar. Horte, desde muy niña, caminaba al kínder en una ciudad que en esos años no conocía la inseguridad.
Después de mandarlos a la escuela y dejar la comida preparada, su mamá se iba a la secundaria para desquitar el turno que le antecedía a su trabajo como costurera. Entre su abuela materna y ella, la mamá de Hortensia, hacia rotación de cuidado en la casa.
“Cómo le hacía, quién sabe. Nos hizo muy independientes. Yo la quiero y la admiro tanto, porque nos sacó a todos adelante con lo que ganaba”.
Hoy, en retrospectiva, Horte mira ese esfuerzo a la distancia y lo valora con gran amor. Guarda en su corazón el cariño con el que su madre le cosía la ropa, que de vez en cuando se daba el lujo de estrenar.
De esos días especiales, está la tarde en el Bosque de Chapultepec. Felices, bajo la sombra de un árbol y posando frente a un lago limpio y bien cuidado, ese momento ha sido de los mejores en su vida.
Esta fotografía para Hortensia representa ese matriarcado. El ejemplo de mujeres con carácter, como su madre y su abuela, que pasaron de generación en generación la fortaleza y el ímpetu de luchar contra todo obstáculo.
“Mi mamá definió mi vida y mi personalidad. Ella me heredó toda su fuerza, por eso agradezco haber tenido su valioso ejemplo”.