Los ruidos que escuchó Rubén en el patio lo despertaron la madrugada del 30 de diciembre pasado. Eran aproximadamente las 2:30 horas cuando se incorporó de su cama para asomarse y ver qué pasaba, y se encontró de frente con un hombre que llevaba en la mano derecha lo que parecía ser un arma.
El miedo le impidió cerciorarse y antes de que pudiera reaccionar el intruso lo empujó hacia la cama y con rapidez comenzó a atarle los pies y las manos con cinta canela mientras amenazaba con matarlo.
“Una palabra y te mueres”, dijo el hombre, quien después le cubrió la boca con el mismo material. Desde el sitio donde estaba Rubén se percató que otros dos hombres estaban en su casa en la colonia Federal, en la delegación Venustiano Carranza.
Los escuchó mover los cajones de los muebles de la casa y hurgar entre sus pertenencias. Los ladrones guardaron en mochilas aparatos electrónicos y dinero en efectivo.
El robo parecía ir bien para los delincuentes, pero el ruido que provocaron también despertó a uno de los vecinos de Rubén, quien llamó a la policía.
A través de las cámaras de videovigilancia de la ciudad se realizó un enfoque hacia el punto señalado, en la calle Industria del Comercio, donde se detectó una camioneta sospechosa.
Los monitoristas pidieron a patrulleros del sector Zaragoza que se acercaran al lugar. Cuando llegaron salía de la vivienda un hombre identificado como José Antonio Escutia. Al ver a los policías corrió, pero fue detenido en la calle Comunicaciones y Obras Públicas en posesión de una pistola calibre 45.
Otros vecinos, que para ese momento ya habían salido de sus casas, le indicaron a los policías que los cómplices se habían ocultado debajo de un camión estacionado en la misma calle.
Al verse descubiertos corrieron en diferentes direcciones, pero fueron capturados. Uno de ellos, Hernán Herrera, portaba una pistola calibre 9 milímetros, mientras que su cómplice, Gerardo Gómez Chávez, alcanzó a llegar a la camioneta Suburban negra, que contaba con reporte de robo, pues días antes la habían hurtado en el municipio de Nezahualcóyotl.
Los uniformados entraron a la casa y liberaron a Rubén. Él identificó a los tres detenidos como los mismos que irrumpieron en su vivienda para robarla minutos antes.
Al ser presentados ante el Ministerio Público se detectó que los sospechosos estaban relacionados con otros dos robos. Uno de ellos a una casa, cometido el 22 de julio pasado en la calle China, colonia Romero Rubio, delegación Venustiano Carranza, donde obtuvieron un botín de 150 mil pesos.
El otro fue a una tienda de conveniencia en la colonia Ampliación San Pedro Xalpa, en Azcapotzalco. Los tres sujetos fueron consignados al Reclusorio Oriente.