Hace cinco años, se conocieron en un evento de patinaje. Victoria Pamela Salas al principio no hablaba de él. Solía decir que cuando llevara una persona para presentarla en casa era porque sería el hombre con el que pasaría el resto de su vida. “Para su mala suerte, Mario Sáenz se cruzó en su camino”.
El sábado 2 de septiembre de 2017, a las tres de la tarde, personal del Hotel Novo Coapa, en Calzada del Hueso, delegación Coyoacán, llamó a la puerta de la villa número 20. Nadie contestó.
SIN VIDA. Adentro, en la regadera, el cuerpo de una joven de 24 años permanecía bajo el correr del agua caliente, con un seno cercenado, signos de violencia física y rastros de estrangulamiento. Dos días antes de su cumpleaños, a Victoria Pamela la encontraron en esa habitación. Su cuerpo llevaba más de diez horas expuesto al calor.
La última vez que Consuelo Salas, su madre, la vio con vida fue el 1 de septiembre. Pamela le dijo que iba a celebrar con su novio y que esa noche no regresaría a casa, para quedarse con él. A la mañana siguiente, policías de Investigación tocaron a la puerta de los Salas Martínez para informarles que debían presentarse en el Ministerio Público de Tlalpan por un problema que su hija tenía. Para Consuelo, el camino hacia La Joya fue eterno.
Al llegar, le dijeron que Pamela estaba acusada de robo y que sería trasladada a un reclusorio. Después le dijeron que había un error y que más bien “algo” le había ocurrido. Al final, le dieron la peor noticia que una madre puede recibir: Victoria había sido asesinada a 20 minutos de distancia de su casa.
Según la familia, hay testigos que identifican a Mario Sáenz el día y la hora en que Pamela se encontraba hospedada en ese hotel. Se dice que el joven de 29 años pidió la contraseña de la red de wi-fi y que antes de salir del hotel(entre las cinco y las seis de la mañana) pidió que “no despertaran a su novia”.
LO DEJARON LIBRE. Días después, Mario se apareció en el funeral de Victoria, pero al ser identificado por la familia como el probable asesino, se retiró del lugar. Aunque semanas después fue detenido, la Procuraduría no aportó elementos contundentes que lo vincularan con el homicidio. Por eso lo dejaron en libertad.
Cuatro meses después, el skater publicó en redes sociales su versión de los hechos, diciendo que él no se encontraba con Victoria al momento de su muerte porque, de hecho, estaba en el Ministerio Público levantando un acta “porque unos baches” poncharon dos de las llantas de su camioneta.
EMITEN FICHA ROJA. Hoy, Sáenz cuenta con una ficha roja emitida por la Interpol para evitar que salga del país. En febrero de 2018, ante las irregularidades en la investigación, la familia de Pamela, junto con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) solicitaron que la carpeta de investigación se trasladara a la Agencia Especializada en Feminicidios.
OBSTCULIZAN INVESTIGACIÓN. Aseguran que la Fiscalía Desconcentrada de Investigación en Tlalpan por casi cinco meses no realizó la investigación necesaria para esclarecer los hechos, obstaculizando con ello la justicia.
A un año de su muerte, Consuelo Salas y su esposo Salvador San Pedro fueron por segunda vez al hotel en donde su hija fue asesinada para recordar que en éste lugar se apagaron todos sus sueños. “Todo se quedó ahí, todo lo que ella tenía planeado a futuro. Sabemos que no vamos a volver a escuchar su risa, pero no quiero que su muerte quede impune”, dice la mujer.
A PASO LENTO. El pasado 6 de septiembre, tras tres meses de espera, la madre de Victoria recibió lo que ella considera un avance en la investigación; una resolución de la Suprema Corte de Justicia negando un amparo solicitado por Mario Sáenz. La evidencia apunta directamente hacia él.