Ni el viento, ni la marea alta pudieron detenerlo. Es mitad hombre, mitad Ironman, un policía federal que recorrió 113 kilómetros de natación, ciclismo y atletismo para demostrar de lo que está hecho.
De entre 116 participantes internacionales, Arturo René Acevedo quedó en primer lugar de la serie triatlón Medio Ironman y trajo de Costa Rica la medalla de oro. Ahora, el suboficial de 29 años se prepara para el siguiente encuentro, “con exigencia, pasión y dedicación”, palabras que definen su futuro.
Desde niño, le gustó nadar. Es una pasión que encontró en una de las albercas de Cuautla, Morelos. “Me gusta tocar el agua. Cuando te deslizas ya no sientes la gravedad y puedes dar vueltas y ser libre. Para mí es el deporte que más me llena”, comenta René, cuyo objetivo, además de convertirse en entrenador, siempre fue pertenecer a las fuerzas federales.
Todos sus compañeros de la secundaria sabían que para René ser policía era un sueño. Les decía que mirar el porte y la presencia de los federales era algo digno de seguir y hace seis años llegó a la Ciudad de México para cumplir su sueño.
Después de titularse como licenciado en Educación Física, René llegó a la Ciudad de México para formar parte de la División de Inteligencia de la Policía Federal. En una de las convocatorias que el área de Fomento Deportivo lanzó para elementos de la institución, reencontró su pasión.
Llegó para tomar clases de natación y se quedó con ellos como instructor. Desde entonces entrena desde las 5:30 am, tres horas en la alberca, en donde ha batido su propio récord de 25 metros en 12 segundos de nado libre, seguidas de cuatro horas de ciclismo y gimnasio con Crossfit por las tardes.
La preparación de dos meses rindió frutos en Tamarindos, Costa Rica, donde se lleva a cabo el triatlón de Medio Ironman, una prueba de resistencia contra el cansancio. Lo primero que René tuvo que vencer fue el oleaje alto del mar, para después hacer 90 km de ciclismo con el golpe del viento en la cara, bajo un sol asfixiante y ambiente húmedo. En el último trayecto de la carrera en donde René tuvo que correr 21 km, los puestos de abastecimiento de agua escasearon y los vecinos del pueblo dieron a los competidores esponjas con agua helada.
“Ya en la última parte, a mitad de la carretera nos salieron unas vacas y tuvimos que esquivarlas, porque para la gente es un día normal, aunque para ti sea el día más importante de tu carrera”, comenta René, quien al momento de cruzar la meta, le dedicó sus pensamientos a sus hijos, su familia y el orgullo que esto significaría para ellos.
“Como elementos federales debemos hacer gala de la disciplina y la responsabilidad. Cumplir con la admiración que tienen las personas por nosotros. Yo primero soy policía y después atleta, uno que representa con orgullo a esta institución”.