¿Te dan miedo los cambios? Si es así, sigue leyendo, pues aquí encontrarás ideas para lidiar mejor con los constantes cambios que todos enfrentamos: un nuevo trabajo, el término de una relación, mudarse de ciudad o casa, la muerte de alguien querido. El cambio nos lleva a la incertidumbre, pues no sabemos a qué nos vamos a enfrentar. Lo nuevo y desconocido nos llena de miedo.
¿Por qué es tan difícil aceptar los cambios? En general, nos oponemos al cambio. Nos gusta mantener las cosas como hasta el momento han funcionado. Un nuevo empleo nos obliga a hacer ajustes en nuestra rutina y forma de trabajar. El término de una relación modifica nuestro estilo de vida. Un cambio de casa significa acostumbrarse a un entorno desconocido. La muerte de una persona amada trae muchos cambios vitales.
Nos hacemos una idea clara de cómo son o funcionan las cosas. Cuando surge algo nuevo, algo que no checa con esta idea surgen nuevos retos, el estrés y la frustración. Esto es evidente cuando envejecemos, tenemos un accidente o enfermamos, pero también cuando nos casamos, terminamos la escuela o logramos tener nuestro propio negocio. Lo desconocido nos asusta y esta es la razón por la que muchas veces preferimos evitar lo nuevo.
Los cambios no tienen por qué ser difíciles. Cuando las cosas están estables por un tiempo, sin cambios, nos acostumbramos a una especie de rutina. La acción (A) me lleva a (B) y luego a (C). Nos gustan estos caminos ya trazados pues nos facilitan el trayecto, no hay estrés pues sabemos qué hacer y cuándo hacerlo.
Pero cuando repentinamente descubrimos que la ruta que normalmente tomábamos ha sufrido modificaciones, entonces debemos pensar en nuevas rutas, desviarnos del camino habitual. Ahí es cuando entramos en crisis y surgen las dudas: “¿A dónde llegaré?” “¿Cuánto me tomará esta nueva ruta?” “¿Habrá peligros, involucra algún riesgo?”.
¿Cómo enfrentar los cambios más fácilmente? Podemos lidiar con lo inesperado si ajustamos la forma en que interpretamos los cambios y actuamos para superar las dificultades asociadas a éstos. El terapeuta familiar y de pareja Roger S. Gil, propone un método para enfrentar los cambios inesperados:
1. Acéptalo, cualquier tipo de cambio trae consigo algo de estrés. La inquietud, la duda y cierto malestar son inevitables. Permítete experimentar las sensaciones y emociones asociadas a la pérdida, a la incertidumbre y al temor a lo diferente. No procesarlas te impedirá actuar. Date un tiempo para procesar las emociones. No te quedes fijada/o en la situación, sólo desahoga lo que sientes. Después de darte permiso de llorar, patear o gritar, comienza a pensar en acciones positivas, en formas de hacer tu nueva situación disfrutable o soportable.
2. Acepta lo inevitable de los cambios. Piensa en la vida como si fuera el sistema operativo de una computadora. La tecnología cambia y debemos adaptarnos a nuevas versiones, igual que la vida cambia y es necesario ajustarnos a lo nuevo y diferente.
3. Recurre a tu experiencia pasada. Sabes que puedes superar y has superado cambios antes e incluso éstos han sido benéficos. Quizás al inicio te sientas “obligada/o”, pero sabes por experiencia propia, y de otras personas, que al final las cosas salen bien y encuentras beneficios en el cambio.
Aplica este método y cuando la vida te lleve por nuevos caminos podrás tomarlos con mayor confianza en ti y en tu capacidad para salir adelante en las dificultades.
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