Con el divorcio vienen muchos cambios en la dinámica familiar. Uno de ellos es el referente a las vacaciones.
Ahora, los hijos deberán pasar el verano con el padre o la madre, y uno de los dos quedará excluido del plan. Si los padres no negociaron durante el proceso del divorcio cómo van a pasar las vacaciones con sus hijos, decidirlo ahora puede ser difícil y frustrante. Y lo peor de todo: los hijos podrían quedar atrapados en medio de la discusión y la frecuente lucha por el poder.
Las vacaciones son una excelente oportunidad para padres e hijos, de liberarse del estrés post-divorcio, sobre todo si éste es reciente. Si te encuentras en esta situación, debes tomar en cuenta algunas cosas para asegurarte de que los días o semanas con tus hijos sean de la mejor calidad.
Los hijos son primero. Asegúrate de seguir esta regla de oro. Esto significa tener la mejor disposición para negociar con tu ex las fechas y las condiciones de las vacaciones. Tus hijos merecen lo mejor. Quizás tú y tu ex ya no se aman, pero aquí lo más importante es el bienestar de los pequeños. Así que en este tipo de situaciones, tú y tu ex deberán hacer lo que, casi estoy seguro, no hicieron durante su relación: llegar a acuerdos, platicar y tener disposición para cooperar y ceder ante las propuestas.
El planear es esencial. Platica con tu ex sobre tus planes para las vacaciones con los niños y pacta fechas específicas para el periodo vacacional con tiempo suficiente. Esto es especialmente importante si éstas son las primeras vacaciones post-divorcio. No arriesgues las vacaciones familiares. Una planeación oportuna y una buena negociación te pueden ahorrar problemas y dinero.
Antes de hacer depósitos, pagar adelantos o cubrir reservaciones, llega a un buen acuerdo con tu ex y evita cargos por cancelación.
Los niños están ansiosos. En especial si se trata de la primera vez que tus hijos toman vacaciones sólo contigo, ayúdalos a aliviar la ansiedad de estar separados de su papá o mamá. Con tu apoyo, pueden adaptarse a esta nueva situación. Permite la comunicación entre tus hijos y tu ex, por ejemplo, con una llamada ocasional. Pero evita que su papá o mamá los esté checando todo el tiempo.
Los recuerdos duelen. Tus hijos pueden tener recuerdos de viajes anteriores vividos en familia que podrían detonar sentimientos de pérdida, culpa, incomodidad o tristeza porque sus padres ya no están juntos. Si es así, habla con ellos y, sobre todo, escúchalos. Es posible que piensen: “Ya no somos una familia de verdad”. Recuérdales que están descubriendo nuevas formas de estar juntos. Ayúdalos a crear nuevas experiencias y recuerdos. Ir a uno de los muchos lugares que hay por descubrir será mucho más estimulante y divertido.
Sin la nueva pareja. Dales exclusividad a tus hijos. Si tienes una nueva pareja y ésta es la primera o segunda vez que tomas vacaciones con tus hijos después de la separación, no es una buena idea invitarla. El mero hecho de pasar el verano con sólo uno de los padres ya es un gran cambio para los hijos. Llevar a la nueva pareja puede crear en ellos resentimiento hacia ti o hacia él/ella.
Los acuerdos se ajustan. Conforme los hijos crecen, sus necesidades y deseos, y los tuyos, irán cambiando. Entonces, quizá será necesario renegociar los términos y condiciones para las vacaciones. No permitas que la lucha por el poder entre tú y tu ex afecte a tus hijos. Evita arruinar un periodo que puede ser muy disfrutable para todos.
Las vacaciones son una oportunidad para pasar un buen periodo de calidad con tus hijos y crear lazos afectivos con ellos. Saca el mayor provecho del descanso y la convivencia.
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