De manera constante escuchamos el siguiente consejo: “No mezcles la nómina con el corazón”. Incluso algunas empresas tienen políticas muy estrictas con respecto al romance en el trabajo, y los empleados lo saben. Sin embargo, ésta podría ser una de esas situaciones en las que lo prohibido parece ser lo más deseado.
Los estudios sobre las relaciones de pareja en el ambiente laboral realizados por la Profa. de la Universidad de Glasgow, Fiona Wilson, revelan que aproximadamente 20% de las personas conocen a su compañero de vida en el trabajo. Esto es comprensible, dada la enorme cantidad de tiempo que los empleados tienen para convivir y conocerse. Además, uno no escoge dónde enamorarse.
Dos de cada diez personas se involucran en una relación amor-empleo debido al deseo ferviente de tener una pareja estable, al placer de sentirse atractiva o a la emoción de ir a trabajar por la mañana, sabiendo que se encontrarán con la persona amada. Estas razones son válidas, pero la dinámica de este tipo de relaciones puede traer grandes complicaciones a la vida personal y laboral. Por esto hay que tomar en cuenta lo siguiente antes de iniciar un romance “laboral”:
¿Emoción pasajera o relación a largo plazo?
Si ambos deciden tener una relación romántico-laboral, aclaren desde el inicio qué actitud tomarán si la relación llega a su fin. Ante la ruptura, será incómodo ir al trabajo y tratar a tu ex como si nada hubiera ocurrido. Manejar tus emociones en estas circunstancias requiere de mucha madurez.
¿Solteros o con compromiso?
Cuando hay otras personas significativas involucradas, hay consecuencias y condiciones especiales que considerar. Los dos deben tener plena conciencia de que si se trata de una relación extramarital, ésta tendrá sus limitaciones: tiempo restringido para verse, dificultad para pasar fechas especiales y fines de semana juntos. Además, tengan en cuenta que habrá poco apoyo y presencia física, pues el otro siempre favorecerá a su pareja original.
¿Intereses comunes o expectativas diferentes?
Es posible que uno de los dos quiera tener una relación a largo plazo, mientras que el otro sólo tenga en mente encuentros causales. Esta situación puede generar confusión, complicaciones y un ambiente de trabajo tenso. Dejen bien en claro las expectativas de cada uno.
¿Igualdad o disparidad?
Si uno tiene más poder que el otro, se puede generar tensión con respecto a algún tema. Para que la combinación amor-trabajo funcione, ambos deben ser capaces de separar perfectamente la relación laboral de la romántica.
¿Lo vale o el costo es demasiado elevado?
Si la relación termina, uno de los dos se enfrentará a la pérdida de un trato privilegiado, sobre todo cuando uno tiene más poder que el otro. Pregúntate si realmente podrías lidiar con esto. Si con tu relación laboral-amorosa pones en riesgo tu empleo, asegúrate de que la relación realmente valga la pena.
¿Secreto o público?
Muchas personas mantienen su romance en secreto para evitar críticas de los compañeros, acusaciones de favoritismo o la desaprobación por parte de la empresa. La discreción tiene lugar al principio, pero con el tiempo el romance sale a la luz. Dicen que es imposible ocultar el amor y el dinero. ¿Quieres hacer tu relación del conocimiento de todos? ¿Con algunos cuantos? ¿Con quién comentarías acerca de la relación? ¿Deseas invertir la energía necesaria para mantener tu romance en secreto?