Las personas tóxicas de manera recurrente se comportan de tal manera que hacen a los otros sentirse devaluados, enojados, frustrados o culpables. Tienen actitudes que dañan en gran medida la relación. Por otra parte, las personas nutricias normalmente hacen a los demás sentirse valorados, capaces, amados, respetados y apreciados. Lee las descripciones siguientes y determina qué tipo de actitudes tienen las personas a tu alrededor.
Deseable: Bromear sana y amistosamente, sin hacer referencia a aspectos físicos o psicológicos de las personas, ni devaluarlas.
Tóxico: Hacer ataques verbales, por ejemplo, mediante comentarios venenosos. Las bromas pesadas entran en esta categoría. En realidad, las bromas pesadas y los comentarios cáusticos son agresiones veladas. Es por esto que nos hacen sentir incómodos y nos llevan a desear responder con agresión.
Deseable: Comunicarse de adulto a adulto, respetando las opiniones ajenas. Admitir que el otro puede tener algo importante qué decir facilita las negociaciones y los acuerdos.
Tóxico: Tener una actitud condescendiente o paternalista hacia el otro. Quien actúa de esta manera se pone en un plano superior. Trata a los demás como si fueran inmaduros o incapaces de tomar sus propias decisiones.
Deseable: Apoyar a otros con comentarios que resaltan sus cualidades positivas, sus acciones acertadas o actitudes benéficas. Se trata de darle una palmada en la espalda a quien está haciendo un buen trabajo.
Tóxico: Ningunear a las personas verbalmente o por medio del lenguaje corporal. Por ejemplo, con actitud arrogante de menosprecio o hablando mal de alguien.
Deseable: Hacer cumplidos de forma honesta. Cuando una persona está satisfecha consigo misma está dispuesta a compartir su visión positiva del mundo con otros.
Tóxico: Adular a los otros, hacer comentarios poco sinceros con la intención de quedar bien con los demás. Alabar de forma exagerada e interesada a una persona para conseguir un favor.
Deseable: Ser capaces de tolerar la frustración incluye detenerse a escuchar y pensar antes de actuar. Una persona tolerante responde después de considerar lo que escucha, no reacciona emocionalmente.
Tóxico: Perder los estribos frecuente y fácilmente. Una persona iracunda, que no sabe manejar sus emociones, provoca tensión, confusión y malestar a su alrededor. La baja tolerancia a la frustración, con frecuencia, provoca enojo que se puede salir de control.
Deseable: Comunicarse de manera abierta y honesta. Expresar deseos, necesidades y opiniones de forma clara y puntual. No andarse con juegos manipulativos, actuar con espontaneidad y autenticidad.
Tóxico: Comunicarse de forma poco clara y honesta en las relaciones. La persona hace esto para confundir a su compañero, hacer que se enamore y dependa de él/ella. Un claro ejemplo es cuando el novio no llama en una semana como estrategia de manipulación.
Deseable: Dialogar e intercambiar ideas. Estar dispuesto a escuchar las opiniones ajenas, a pesar de o estar de acuerdo con ellas. Estar consciente de que los otros no tienen por qué pensar o sentir como uno.
Tóxico: Mostrar desacuerdo agresiva e impositivamente. No respetar diferencias en posturas políticas, por ejemplo. Rehusarse a escuchar, con una actitud aplastante.
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