La mayoría de los problemas entre nuera y suegra se derivan de expectativas no habladas y suposiciones. Esto es lo que la psicóloga Terri Apter ha descubierto en su investigación sobre cómo llevarse bien con los suegros. Quieran o no admitirlo las involucradas, el conflicto entre suegra y nuera es un conflicto de poder y celos. Por una parte está el sentimiento de la suegra de orgullo de su hijo y la pérdida cuando se casa. Por otra parte, está la inseguridad y sensibilidad de la nuera hacia los comentarios de su suegra. Ambas tienen tareas si quieren mejorar su relación.
En esta ocasión, proporciono ideas sobre qué hacer para llevarse mejor con la nuera. No es que la suegra sea la única que debe hacer un esfuerzo para que la relación sea armónica.
También la nuera y su esposo deben hacer su parte para que la relación sea cordial. En una próxima columna abordaré las recomendaciones para la nuera y el hijo.
¿Cómo puedes ser la mejor suegra posible?
Recuerda, tus opiniones y sugerencias ya no son la principal influencia en la vida de tu hijo. Al casarse, formó su propia familia y tú ocupas un nuevo lugar en la dinámica familiar. Y puedes seguir amándolo incondicionalmente, pero no esperes que haga lo que tú dices.
Acéptalo, tu relación con él se modificó con el casamiento. Sin embargo, seguirás teniendo un buen lugar en su vida. Deja de competir con tu nuera por el amor y reconocimiento de tu hijo. No necesitas hacerlo. Él te ama incondicionalmente.
Pídele a tu nuera que te diga si en te portas entrometida o cruzas el límite en su relación.
Resalta las cualidades positivas de tu nuera (seguramente encontrarás por lo menos una), especialmente frente a tu hijo. Evita por todos los medios de criticarla directa o indirectamente. Nunca la hagas sentir que no está a la altura de tu hijo.
Da tu opinión sólo cuando te la pidan. Tu nuera podría interpretar tu deseo de ayudar como una crítica o amenaza. Ella no quiere oír algo como: “Así lo hice y así lo debes hacer”.
Tu nuera no tuvo la misma crianza que tú. Por lo tanto, no puede actuar como tú. No trates de cambiarla y hacerla a tu modo. Respeto ante todo.
Por más que así lo creas, tu hijo no es perfecto. No lo era antes de casarse. Tanto tú como su esposa lo aman. Los cambios en tu hijo no son obra de tu nuera, ni está tramando ningún complot en tu contra.
Huye de las suposiciones como de la lepra. No asumas que sabes por qué dijo o hizo tal o cual cosa. No puedes entrar en la cabeza de tu nuera. Si tienes duda acerca de algún tema, simplemente pregúntale, investiga y deja de hacerte fantasías acerca de sus “malas intenciones”.
Aunque no estés de acuerdo con ellas, respeta las decisiones de tu hijo y nuera como pareja. Si se equivocan en sus decisiones, confía en que aprenderán de sus errores. Ambos están en un aprendizaje.
Dale su lugar como esposa de tu hijo. Cuando llames a su casa, si ella contesta, platica, muestra interés en su vida.
A pesar de que tengas más experiencia que tu nuera en ser esposa y madre, esto no significa que seas una autoridad en el tema y que ella te vea como tal. Evita interpretar como rechazo la decisión de tu nuera de hacer las cosas de forma diferente a como tú las harías.