Sentir y expresar agradecimiento trae bienestar y felicidad a tu vida, la familia y tus hijos. Aunque la gratitud es una actitud altamente valorada, no siempre se cultiva. Esto tiene un efecto negativo en nuestras relaciones, sobre todo en las de padres e hijos. He aquí dos ejemplos de esto:
Padres que creen merecerlo todo. Hay padres que muestran poco o ningún agradecimiento hacia lo que sus hijos hacen por ellos. No es que la madre o el padre sean malos. Es sólo que la soberbia no les permite sentirse agradecidos con lo que obtienen. Hay padres difíciles de complacer. Y los hijos terminan sintiéndose como si fueran malos hijos, porque piensan que no hacen lo suficiente por sus padres y porque éstos no reconocen sus esfuerzos.
En ocasiones, la madre o el padre no sólo no muestra agradecimiento, además critica ferozmente a los hijos que más ven por ellos. No es de extrañar que estos hijos caigan en depresión, exhaustos y desgastados ante el infructuoso esfuerzo por agradar a sus padres.
¿Qué puedes hacer si tienes un padre o madre desagradecido?
1. Acepta esta realidad: tú no provocas que tu madre o padre actúe de esa manera. Algunos padres están tan absortos en sí mismos que les es imposible reconocer el amor y los favores que obtienen de los hijos.
2. Acepta el hecho de que, sin importar cuánto le muestres que le amas, tu papá o mamá no se va a convertir en quien nunca ha sido. No esperes que tu amor le haga cambiar de actitud. En ocasiones, sirve confrontar y hacerle notar su proceder, pero no hay garantía de que al final decida cambiar. Si alguna vez cambia, será por voluntad propia, por haber comprendido que su forma de actuar es dolorosa para ti y dañina para la relación.
3. Prepárate para vivir un duelo por la pérdida del padre o la madre que nunca tuviste.
4. Proponte ser una buena madre o un buen padre para ti mism@. Ámate y trátate como te gustaría que lo hiciera tu padre o madre si fuera amoros@
Hijos negados a la gratitud. También hay hijos incapaces de mostrar gratitud hacia sus padres. Un ejemplo claro de esto se aprecia en un video que se ha vuelto viral en las redes sociales chinas. En éste se ve a un hombre joven golpeando a una pareja de personas mayores en la calle. La pareja son sus padres. Y los golpea, enojado, pues como regalo de bodas, tuvieron “el mal tino” de comprarle un departamento que, según él, era “demasiado pequeño”.
Algunos hijos, niños, adolescentes y adultos, nunca aprenden a agradecer lo que se les otorga. Es importante enseñarles el valor de la gratitud desde pequeños. Los valores inculcados en la niñez y adolescencia formarán parte de su forma de actuar en la edad adulta. Es así aunque se resistan a estos valores o, aparentemente, no los asimilen.
¿Cómo enseñar a tus hijos el valor del agradecimiento?
Asegúrate de servirles de modelo. Tus hijos imitan lo que ven en casa. Es importante que te vean y escuchen actuar con gratitud por lo que tienes. Muestra cómo agradeces al cartero, al encargado de la tienda, a tu pareja y a tus amigos.
Exprésales tu agradecimiento por tenerlos en tu vida. O diles: “Qué gusto me da verte, qué bueno que llegaste”, por ejemplo, cuando llegan de la escuela.
Escribe un diario de gratitud cada noche y comparte con ellos algunas de las cosas que escribes.