“Me sentí como idiota, como si me hubieran hecho tonta. Sobre todo me sentí poco respetada. Tener una gran conexión con alguien y ¡de pronto no saber de él más! Es doloroso y decepcionante. Nadie merece que lo expulsen así de su vida”.
Así es como explica su experiencia Nadia, cuando él la abandonó por sorpresa, sin ninguna explicación. Se “hizo el fantasma”, desapareció de su vida repentinamente. Hay un término en inglés para esta actitud: “ghosting” (hacerse el fantasma), dejar de responder a llamadas o mensajes de texto, aplicando la ley del hielo.
Una práctica común en las redes sociales
Esta práctica siempre ha existido, pero se ha hecho cada vez más frecuente en el mundo de las redes sociales. Se reporta que 50% de hombres y mujeres han tenido la experiencia de ser ignorados repentinamente por quien salía con ellos. Con las nuevas tecnologías y la forma de relacionarse en internet, ha resultado más sencillo deshacerse de las personas con tan sólo no volver a contestar.
¿Cómo pudiste hacerme esto a mí? Los efectos emocionales del abandono pueden ser devastadores para algunos, sobre todo quienes tienen una autoestima frágil. He aquí cómo se siente la persona borrada de la vida de alguien más:
“Me sentí poco respetado, utilizado, desechable. Cuando crees que le interesas y de repente te das cuenta de que no es así, te sientes traicionado”.
“No sabía cómo reaccionar, porque no sabía qué había sucedido. ¿Debería preocuparme, enojarme, justificarlo? ¡Cuánta ambigüedad! Insoportable”.
“Me quedé sin la oportunidad de preguntar, expresar mis emociones, ser escuchada”.
Es mucha crueldad emocional”. “Después de su desaparición, me obsesionaba preguntándome si había hecho algo mal, si realmente le había importado como persona. ¿Había fallado yo en algo?”.
¿Por qué alguien de repente desaparece? Para evitar la confrontación. Por temor a la reacción emocional del otro si le comunica su deseo de terminar la relación. Esto es falta de madurez emocional.
Por temor al compromiso. Hay quienes salen corriendo en cuanto la relación se va haciendo más seria. En lugar de hablar acerca de cómo se siente, prefiere desaparecer sin decir palabra.
Por falta de empatía. Las personas narcisistas sienten poca empatía emocional por el otro, son incapaces de ponerse en el pellejo de alguien más y sentir el dolor que pueden provocar. No son conscientes de que del otro lado del teléfono o la computadora está un ser humano.
Por imitación. Algunos han sufrido este tipo de abandono en carne propia y aprendieron que este es el modo de relacionarse. Al ser algo común, llegan a pensar que es lo correcto y lo que se estila en las relaciones hoy en día.
No se trata de ti El abandono no tiene que ver contigo, ni con tu valor como persona o con no merecer el amor. Más bien, muestra los propios temores y la falta de habilidades sociales y valores del abandonador.
El mensaje que envía con su actitud es: “No tengo lo que se necesita para llevar una relación sana y madura contigo”.
Es importante aceptar que quizás nunca tengas una explicación ni puedas expresar tus emociones acerca de lo sucedido en esa relación. Esto puede hacer que procesar la pérdida sea más difícil.