Supera traumas del sismo del 19 de septiembre
Tras haber vivido una tragedia como la del 19 de septiembre de 2017, muchos tememos que se repita un desastre del mismo tipo. Esto es comprensible, pues algunos vivimos la tragedia en carne propia, conocemos a alguien que la vivió, fuimos testigos de lo sucedido o leímos acerca de ello. En cualquier caso, generamos temor de que algo tan destructor y doloroso, como un terremoto, vuelva a ocurrir: “Desde el terremoto, me cuesta dormir imaginando lo que le podría suceder a mi hija si tiembla mientras está en la escuela”. “Qué pasaría si temblara otra vez y ocurriera mientras estamos dormidos”.
En el aniversario de un desastre o evento traumático, o en los días ante riores, muchas personas se sienten inquietas y temerosas. A estos temores se les llama reacciones de aniversario. El recuerdo de lo experimentado, ya sea consciente o inconscientemente, desencadena pensamientos y emociones intensas.
Cuando se vive un evento traumático es como si el cerebro tomara fotos instantáneas de la gente, el lugar, los objetos, los olores, la escena, y las guardara. El cuerpo hace lo mismo con las emociones, también las almacena. Ambos tipos de recuerdos pueden permanecer ocultos a nuestra conciencia y activarse unos días o semanas antes del aniversario del evento traumático.
Los síntomas típicos son: dificultad para concentrarse, inquietud, irritabilidad, pesadillas, insomnio, síntomas físicos, fatiga recuerdos vívidos de lo sucedido y tristeza. También se puede presentar una preocupación particular o nerviosismo relacionado con la fecha del evento traumático. La irritabilidad surge porque las personas no saben qué hacer con los sentimientos que tienen dentro; es más, muchos ni siquiera pueden identificar exactamente qué sienten.
Aquí hay algunas estrategias para transitar por el aniversario de la tragedia más fácilmente:
Reconoce tus sentimientos. Siéntate, cierra tus ojos, respira varias veces profundamente y revisa en tu interior, en tu cuerpo, exactamente qué sientes. Recuerda que sentir las emociones es parte del proceso de recuperación y bienestar. Si lo que experimentas es temor, está bien admitirlo y sentirlo. No es una debilidad. Hace falta una gran fortaleza para admitir que tenemos miedo.
Habla acerca de cómo te sientes. Si te sientes como para hacerlo, comparte tus recuerdos y sentimientos con alguien de tu confianza. Apóyate en otros. En lugar de aislarte, acércate a tus amigos y familiares.
Fluye. Atraviesa por este momento difícil con la convicción de que es temporal. Conforme pasan los días, tus reacciones emocionales irán desapareciendo. Recuerda que esto, como todo en la vida, va a pasar. Saber que hay luz al final del tunel lo hace más fácil de transitar.
Recuerda tu humanidad. Sentir temor, tristeza, enojo o culpa es natural. Muchos se sienten o se han sentido como tú, en diferentes grados, en el aniversario de un desastre natural. Acepta estas reacciones, luchar contra ellas sólo incrementa tu malestar.
Recuerda y tranquilízate. Si te asaltan temores de que algo terrible podría volver a suceder, piensa en todas esas ocasiones en que has temido lo peor y no ha sucedido. Un alto porcentaje de las tragedias que “ocurren” en nuestra mente no suceden en la realidad.