Cuando una palabra se pone de moda, muchas cosas pueden entrar en su clasificación y en este caso el sexo y la pornografía no se han quedado atrás. El sexo vintage es una corriente dentro de la pornografía, en particular, donde el recuerdo de las expresiones que obras literarias, artística, cinematográfica, o de cualquier tipo presentan o muestran actos sexuales de forma explícita con la finalidad de excitar sexualmente, cobra fuerza.
Al igual que los muebles, las ropas o el estilo en general, lo vintage hace referencia a una época no muy lejana del siglo pasado, ubicada en los años 70 y 80 que de alguna manera marcó una forma de vestir, de hacer y de decorar.
En el sexo, lo vintage habla o retoma aquellas películas pornográficas donde se inició con mayor fuerza la exageración del tamaño del pene y de la eyaculación masculina, pero aún dentro de una forma clásica y hasta cierto punto, o en comparación a las corrientes más recientes de hard sex (o sexo extremo) más elegantes.
Hoy, al sexo vintage se le considera como el pornoclásico, y no es solo una cuestión de imagen, dirección de fotografía y vestuario. Sino de concepto: el porno en ‘la antigüedad’ se vivía diferente y en aquella época los estereotipos, de los que quedan aún más que resabios marcaron la pornografía de los 70 y 80 con pechos grandes para ellas, suaves y carnosos, hasta un poco caídos, ya que el boom de las cirugías estéticas llegó una década después, y hasta ese momento la gravedad no era cuestionada tan severamente en el cuerpo humano como hoy en día.
El cabello era una atributo erógeno, las melenas se impusieron como atrayentes sexuales, sobre todo las rubias y vaporosas, que al rozar la piel, erizan todo lo que tocan; el maquillaje, encontró dos vías o solo ‘el natural’, para recordar que estamos amando una mujer pura e ingenua o el cargado que jamás se estropea para asegurar que la mujer fatal lleva el mando.
Para muchos, el porno vintage va más allá y es más complejo que solo ver películas XXX viejas, sino que llega a formar parte de un estilo de vida cuando la persona vive bajo esta influencia, decorando su mundo con este toque, viviendo un tanto en la nostalgia con aquellos objetos y lencería que evoque el estilo. Este clásico enmarca a muchas personas en su manera de expresar su sexualidad de una forma clásica y elegante, en el que uso de encajes, vestuario de época y todo aquello que transporte tu mente a décadas pasadas entra dentro de la categoría vintage.
Al igual que con la moda, personas nostálgicas por este estilo de ropa, objetos y comportamientos están regresando a formas pasadas de practicar el sexo, en donde principalmente la ropa y los accesorios transportan a los practicantes a eras doradas, pero donde comenzaron muchos de los mitos más fuertes de la sexualidad contemporánea.
