Una de las partes del cuerpo que más fetichismo tiene son los pies, pero la mayoría de la gente piensa que es por el estímulo erótico que reciben, mas no por la calidad de caricias que causan.
Los pies pueden ser, en ocasiones, mejores que las manos para acariciar el pene y llevar a un hombre al orgasmo más placentero. A esta técnica erótica de masturbar a un hombre con los pies se la llama footjob, es decir, trabajo de pies y tiene su chiste para no lastimar los genitales.
Para muchas parejas resulta una opción muy divertida y es sin duda una gran posibilidad de salir de la rutina. Es ideal para aquellas personas que se sienten atraídas por los pies. Las posturas para hacerlo no son las más cómodas del mundo, y la mayoría resultan cansadas para quien lo hace, las más comunes para sacarle el máximo partido son aquellas donde se ponen los pies contra el pene.
Por ejemplo:
1. Si ella está sentada delante y de frente a él, y su pene está vertical, tenemos la posibilidad de atrapar el pene entre ambos pies, a la altura de la articulación de los dedos. Esto permite un movimiento muy sencillo, levantando y bajando los pies por giro desde el tobillo, que hará el efecto de la masturbación.
2. Igual que el anterior, pero aquellas personas con dedos largos pueden, además, agarrar el pene con ellos.
3. Como en el punto 1, pero atrapando el pene entre las plantas de ambos pies. Es la postura más habitual, ya que el arco del pie se presta a dejar un hueco por el que pasar el pene sin hacerle daño. El movimiento de masturbación se hace algo más torpe, ya que tiene ser de arriba a abajo moviendo todas las piernas. Esto implica que las piernas están en el aire y es bastante cansado.
También si ella se puede colocar sentada delante y de frente a él, y su pene está horizontal, tenemos la posibilidad de atraparlo entre las plantas de ambos pies. De esta forma, el glande quedará entre los talones y la base del pene entre los dedos.
El movimiento de masturbación se consigue moviendo los pies adelante y atrás, necesitando mover toda la pierna. Aquí hay que tener cuidado de no apretar demasiado el pene entre los talones.
El footjob tiene muchas posibilidades y variaciones, es una técnica para tomarse su tiempo, porque es difícil mantener la velocidad y el ritmo como haríamos con las manos o la boca.
Así que a disfrutarlo, tómate tu tiempo y vete cambiando la forma en la que acaricias el pene. No se deben olvidar de los testículos, aunque sean delicados, hay hombres que los tienen muy sensibles y se pueden acariciar con un pie mientras se acaricia el glande con el otro.
Algo que no falla es, durante un rato, dedicarse a estimularle sólo el glande, en vez de repartir el estímulo por todo el pene.
En vez de usar el arco de las plantas de los pies se puede usar la articulación de los dedos gordos.