Una hipoteca, dice el diccionario, es “un derecho de garantía, que se constituye para asegurar el cumplimiento de una obligación (normalmente de pago de un crédito o préstamo)” y no pocas veces usamos esta estrategia para conseguir más de una cosa en el amor.
Según expertos, como el sicólogo clínico César Landaeta, todo el mundo estamos expuestos a vivir bajo hipotecas emocionales, las cuales confundimos muy fácilmente y pagamos pensando que se trata de gratitud, cuando en realidad se trata de una forma de chantaje.
Éstas se dan mucho más dentro de las familias, entre padres e hijos y se copian los esquemas hacia las parejas.
Compra El Gráfico para tener todos los consejos de sexualidad y amor