Para empezar, es el único órgano hecho exclusivamente para el placer sexual y sólo lo tienen las mujeres. De éste se habla mucho pero pocas cosas se saben bien, iniciando por su ubicación y terminando por sus cualidades más escondidas.
La mayoría de las personas lo localizan al ver sólo la cabeza visible, llamada glande, pero ésta es sólo la punta. Es un órgano mucho más complejo que se extiende hacia el interior del cuerpo femenino y es fundamental para su placer erótico.
Hoy se sabe que los orgasmos vaginales existen y sólo 30% de las mujeres consiguen tenerlos únicamente con la penetración. La mayoría requiere de estimulación directa del clítoris para conseguirlo.
ES MÁS GRANDE DE LO QUE PARECE. Tiene varias partes: la cabeza y el capuchón están por fuera del cuerpo. El tejido eréctil, glándulas, bulbos vestibulares y pilares, por dentro.
ES MUY PARECIDO A UN PENE. Pero no es igual y mucho menos es su imitación. En los humanos hasta las 12 semanas de gestación el cuerpo tiene los mismo genitales independientemente del sexo del embrión.
Por esta razón, el clítoris y el pene están hechos de lo mismo, pero de forma diferente. Incluso, se comporta igual: se erecta cuando se excita.
SÓLO SIRVE PARA EL SEXO. No tiene otra función más que dar placer sexual a la mujer. Si bien las mujeres tienen varios puntos de placer, todos tienen otras funciones, el clítoris no.
TODOS SON DIFERENTES. Los hay pequeños, grandes, más escondidos o menos. Algunos aumentan mucho su tamaño al excitarse, unos son muy sensibles, otros necesitan mucha presión. Por eso, las mujeres deben conocer su cuerpo para saber la mejor forma de recibir placer.
NO ENVEJECE. Cuando la mujer alcanza la madurez en su desarrollo, su clítoris mantiene su sensibilidad el resto de su vida, por eso tiene la misma capacidad de llegar al orgasmo a los 30 que a los 95 años.
EL CEREBRO ES QUIEN LO ESTIMULA. El orgasmo femenino se da gracias a nervios de seis tejidos diferentes. Cuando los impulsos nerviosos del clítoris llegan al cerebro se produce un orgasmo, pero estas vías son diferentes en cada mujer y cambian en el embarazo, lactancia o menopausia. De hecho, la corteza cerebral dificulta el orgasmo, pero a medida que nos acercamos al clímax éste recoge información sensorial de la corteza cerebral, el hipotálamo y el sistema nervioso periférico.
TAMBIÉN SE EJERCITA. El clítoris de una mujer que camina todos los días 20 minutos mejora su capacidad de llegar al orgasmo porque al caminar aumenta la congestión genital en un 168% y el efecto persiste por horas.