El mal llamado juego previo es esa parte del juego erótico donde empieza todo y donde pasamos más tiempo, por eso los expertos ahora ya han señalado que en realidad éste es lo más importante de una sesión sexual.
Este es el tiempo de las caricias, de buscar y estimular las zonas erógenas conocidas o encontrar nuevas, del momento de los besos de todos los tipos y en todos lados, de los abrazos sin ropa que dejan sentir la piel de otro y nos permiten sentir la nuestra (piel de gallina), que nos hacen percibir la temperatura y humedad de los cuerpos.
Desde la insinuación con la mirada o con los gestos, hasta antes del coito, este es el tiempo más largo y en cual invertimos o deberíamos invertir más tiempo para tener una sesión erótica exitosa, ya que aquí se dan por lo menos cinco factores fundamentales para el buen desempeño sexual de las personas.
La más conocida es sin duda que ayuda a excitar a las personas con lo cual la penetración (o segunda etapa del encuentro erótico) se hace más fácil, es muy sabido que una persona excitada lubrica y eso ayuda a que la penetración sea más sencilla, justo la falta de ello es el problema de muchas mujeres, además una pareja que no ha tenido suficiente juego erótico antes del coito difícilmente llegará a un orgasmo profundo.
Otro factor es que es en esta parte donde en realidad se da la vinculación de la pareja, ya que es la puerta de entrada al coito y al orgasmo. Es el momento en donde la pareja se conoce y reconoce, donde se accede o donde se define mucho del momento erótico. Donde la pasión se mezcla con los sentimientos y nos damos cuenta de ello, pues mientras la pasión va en aumento, se “bloquean” los sentimientos para dejar paso solo a la percepción del placer sexual que detona en el orgasmo. Mientras más profundo sea el juego erótico, la pareja tiende a tener un vínculo más estrecho.
Otra cosa importante es que sirve para saber las condiciones del momento de ambos.
Aquí sabemos si hay o no disposición, si se tienen ganas o se cumple, el nivel de pasión de cada uno y “por dónde va la cosa”. Esta parte es la que marca el ritmo y la fuerza de las caricias y que se refleja en la etapa de la penetración y orgasmo. Aquí se define si queremos un sesión tierna, pasional, salvaje, rutinaria, novedosa, creativa. El estado de ánimo es quien juega el papel fundamental y este momento es la clave para cambiarlo o incrementarlo, para bien o para mal.
Otro factor más, es que si se sabe aprovechar fomenta el coqueteo en la pareja así como la seducción que tiene un componente fundamental y es el uso de la insinuación. Hoy se sabe que los mejores amantes saben insinuarse de forma sutil, ya que esto permite generar misterio y fantasía en la relación. Estos factores ayudan a mantener a la pareja fuera el estado de confort donde la seguridad acaba con ellos.
Y finalmente, es esta etapa donde se descarga la creatividad, se desarrolla y se pone en practica y donde en realidad se prueban cosas nuevas.