Como muchos sabemos, desde hace más de 15 años, las calles de la colonia Lindavista se encuentran cerradas con rejas, plumas y vigilancia privada.
“Todo empezó porque habían muchos robos a casas y a transeúntes, estábamos cansados de que las autoridades no actuaran y nos organizamos para proteger nuestro patrimonio”, cuenta un habitante de la zona.
Esta breve plática de banqueta me recordó los grupos de autodefensa en Guerrero y Michoacán, claro está, guardando las debidas proporciones, pero que en origen son idénticas.
En ambos casos, se busca contar con la seguridad que las autoridades no garantizan.
El extremo son los ejemplos de Guerrero y Michoacán, pues la media, por así decirlo, son colonias como Lindavista o Bosques de La Herradura, en el estado de México, donde también se colocaron rejas y se contrataron elementos de seguridad privada.
Ante esto, pienso en la necesidad de que todos
portemos armas, pues los asaltos ocurren en las calles y el transporte público.
En principio creo que no, pues esa es la misión de las autoridades, que se ven rebasadas.
Actualmente, conozco a muchas personas de Ecatepec que se han comprado un coche por seguridad, para evitar los asaltos en el transporte público.
Hoy los denominan como autodefensas, hace más de 100 años en la Revolución Mexicana, se conocía como Defensa Civil a los grupos conformados por ciudadanos como usted y yo que se defendían de las vejaciones de la bola y los federales.
“Yo creo que un asaltante lo pensaría dos veces antes de subir a delinquir en un micro si supiera que los pasajeros están armados”, me dice el dueño de un taller de pistolas.
Por eso, yo sólo ando armado con mi precaución al caminar por las calles de la ciudad.