El pasar la noche en vela e incluso sufrir insomnio unas horas puede ser una pesadilla, pero sobre todo agotante y frustrante para una persona, debido a que la falta de sueño puede traer problemas físicos y mentales.
Se asocia, de acuerdo con el doctor Eric Olson, del Centro para Medicina del Sueño de Mayo Clinic, con males como la depresión, el dolor crónico, la susceptibilidad a enfermar, la presión arterial alta y más riesgo de sufrir accidentes.
Algunas personas recurren a las pastillas para dormir, que dice “pueden ser un componente eficaz de la terapia para el sueño, pero deben consumirse con cuidado, especialmente cuando se trata de un anciano”.
Motivos de desvelo. El experto señala que por lo general la incapacidad de conciliar o mantener el sueño es síntoma de alguna enfermedad o afección subyacente que contribuye al mal dormir.
Posiblemente, precisa, puede ser un dolor crónico, tos, problemas cardíacos, dificultad para respirar, problemas digestivos, reflujo ácido, problemas de la tiroides y trastornos del sueño, como apnea obstructiva del sueño.
“Por ello, siempre es importante que quien la padece se someta a una evaluación médica minuciosa”, recomienda.
En nuestro país, el insomnio es más común en mujeres que en hombres, con una proporción de dos a uno. Esto se relaciona con factores hormonales (como la menopausia y el síndrome premenstrual) y psicológicos. Los estilos de afrontarlo y la personalidad de ellas también las hace más proclives a sufrirlo.
Más allá del remedio. El especialista de Mayo Clinic alerta: “cuando se piense en tomar una pastilla para dormir, es fundamental que el paciente y su médico sopesen las ventajas y los riesgos”.
“Dormir bien es realmente importante, pero tomar un fármaco como ayuda para hacerlo puede provocar efectos secundarios, tales como mareo o aturdimiento y riesgo de dependencia”.
Nadie debe pasar por alto, menciona, que las pastillas para dormir suprimen la respiración, lo que puede empeorar cualquier problema respiratorio, como apnea del sueño, aparte de posiblemente aumentar el riesgo de infección.
También pueden provocar problemas con el pensamiento y con el movimiento corporal.
Una persona puede despertarse y continuar somnolienta o tener problemas con la memoria diurna y el rendimiento físico. Esos efectos secundarios quizás sean molestos, inquietantes o hasta peligrosos.
Dulces sueños. El tratamiento para combatir el insomnio es viable. Por ejemplo, está documentado que la melatonina, sustancia natural producida por la glándula pineal (epífisis), presente en todas las formas de vida, es una molécula "inteligente" con múltiples funciones, que trabaja de modo selectivo, actuando cuando y donde es necesario. Es una sustancia que no tiene ninguna contraindicación ni efectos colaterales.
La melatonina actúa directamente sobre el sueño. Es la sustancia natural que determina el ciclo sueño-vigilia.