Especialistas dicen que 90% de las personas que usan lentes de contacto sufren alteraciones en la visión, debido a cambios en su cuerpo y las mujeres embarazadas también pueden sufrir este tipo de variaciones.
Es normal que los ojos de una mujer embarazada cambien, así como la tolerancia a los lentes de contacto en el corto plazo, dicen expertos de Copervisión. “Esta experiencia se debe a cambios en las hormonas, metabolismo, retención de líquidos y circulación sanguínea que se presenta en un embarazo”, señalan.
Una mujer embarazada manifiesta estos cambios:
La retención de agua, por ejemplo, puede hacer que el espesor y la curvatura de la córnea de su ojo aumenten ligeramente. Es un pequeño cambio, pero podría afectar la forma en que sus anteojos o lentes de contacto corrigen su visión. Además, la córnea puede hincharse causando edema. El edema corneal puede producir que la cornea se irrite con más facilidad.
Debido a los cambios hormonales durante el embarazo, sus ojos pueden sentirse secos. Los ojos secos, a veces, provocan sensación de arenilla al momento de parpadear. Pueden arder, picar o incluso lagrimear mucho.
Embarazadas en acción. A menudo las mujeres embarazadas visitan a su especialista, debido a cambios de visión o sensación de ojos secos y lentes de contacto que no se adaptan bien a sus necesidades, por lo que deben tomar en cuenta:
Los lentes de contacto son una opción para ver sin límites, existen diferentes modalidades de reemplazo que pueden significar un mejor ajuste a las necesidades transitorias durante el embarazo.
Es probable que la graduación tenga que ser ajustada cuando haya nacido el bebé y será necesario acudir con los especialistas.
Es importante saber que habrá cambios en la visión, probablemente mínimos. La mayoría de las mujeres que perciben un cambio encuentran que son un poco más miopes de lo que eran antes.
Si usa anteojos es poco probable que necesite cambiar su graduación. Si cree que su visión ha cambiado significativamente, acuda con un especialista.