Hay personas que pasan mucho tiempo intentando dejar el cigarrillo y son incontables los que no logran el objetivo.
A nadie sorprende escuchar que el tabaquismo se ha convertido en una grave y constante amenaza para la salud de las personas en todo el mundo, fumar puede ser origen de muchas enfermedades y es uno de los principales factores de riesgo en enfermedades del corazón.
Las estadísticas son crueles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el tabaco mata anualmente en Estados Unidos a unas 350 mil personas.
En México, la tragedia no es menor, mueren diariamente 147 personas a causa del consumo de tabaco, este impacto letal se da porque cada vez más jóvenes se inician en el consumo del tabaco a edades más tempranas.
Horizonte nublado. En cifras, el tabaquismo incrementa de manera importante los problemas de salud, ya que es cuatro veces mayor el riesgo de presentar un infarto agudo al miocardio.
Se trata de un atentado contra la salud y los fumadores corren dos veces más riesgo de desarrollar una enfermedad vascular cerebral y de cinco a 20 veces más la posibilidad de generar un cáncer de pulmón.
Batalla cotidiana. Las personas que han dejado el cigarrillo saben que la tarea es dura y que se requiere apoyo como el que brinda la Clínica Antitabaco, cuyo director José Luis Cervantes, dice que en estos centros médicos se trabaja para que individualmente se supere la adicción.
También tienen el objetivo de trabajar con directivos de edificios corporativos “en un intento por quitar el tabaco en los trabajadores, ayudándolos a que su grupo de trabajo deje de fumar y tener mayor productividad”.
¿Cómo funciona el método? Para lograr el objetivo se llevan a cabo sesiones de manera individual, éstas son semanales con una duración de 30 minutos a excepción de la primera que son 60 minutos.
En total son 8 sesiones en las que se incluye la consulta médica, el apoyo conductual y la entrega de medicamentos y así ir bajando progresivamente sus necesidades de nicotina hasta alcanzar el éxito total.
El propósito básico del tratamiento médico es que la persona logre la abstinencia absoluta a los siete días de haber comenzado.