Lavarse los dientes debería ser un buen hábito, pero en realidad es algo obligado e involuntario que la mayoría de las veces no se cumple, sin tener en cuenta que por la boca entran los alimentos, masticamos y probamos de todo.
Y como todo tiene un límite, cuando los dientes duelen por causa de caries u otra enfermedad hay dificultad para comer, y comienza un círculo vicioso: se transportarán bacterias al estómago e incluso existe la posibilidad de presentar diarreas recurrentes, falta de apetito o problemas digestivos.
Males en cadena
La Organización Mundial de la Salud (OMS) registra que las enfermedades bucodentales de mayor prevalencia son caries dental (más de 90% de la población la padece), males periodontales (70%); las medias —anomalías dentofaciales, maloclusiones— y las variables: padecimientos neoplásicos (que condicionan a cáncer en boca), efectos de tejidos duros y blandos, traumatismos maxilofaciales, y fluorosis dental, acaban el cuadro.
Alicia Velásquez Garibay, directora general de Recorrido por la salud, explica que se trata de un programa que tiene como objetivo que la población comience a implementar una cultura de la prevención y de los cuidados bucales.
Solo así se podrá disminuir la aparición de enfermedades frecuentes como la caries dental, gingivitis y periodontitis, responsables de 95% de las pérdidas dentales.
Una acción determinante
Edna Morán, odontóloga del proyecto, comenta que se trata de llevar a la gente recomendaciones y tips para prevenir enfermedades bucodentales.
Con Recorrido por la salud se ha podido valorar a personas en 30 estados. En términos generales, durante el 2012 se valoró a 28 mil 379 adultos y 24 mil 983 niños y se encontró una prevalencia de caries de 51% en hombres y mujeres adultos, principalmente entre 30 y 39 años.
En niños la prevalencia es de 76.02% en ambos géneros con una mayor incidencia entre seis y 10 años, una edad trascendental para el desarrollo de la cavidad oral porque es el inicio de cambio de dentición temporal a permanente, puntualiza.
Recomendaciones simples
Edna Morán recomienda para evitar complicaciones que se comience de cero, pues una buena prevención es el punto de partida para contrarrestar a tiempo una enfermedad:
• Uno de los productos que facilita la tarea diaria de la higiene bucal es el hilo dental, que la mayoría de las personas no usa por no tener información sobre su manejo y utilidad, pero tiene un papel importante en la prevención de enfermedades que ocasionan movilidad dental, tal como la gingivitis (inflamación de la encía) y la periodontitis.
• Otro auxiliar un poco más conocido es el enjuague bucal, que además de mantener un aliento sano y agradable, ayuda a reducir los niveles de bacterias en la cavidad oral y por ende, reducir la gingivitis y periodontitis.
• La herramienta fundamental de la higiene bucal es el cepillo y la pasta dental, esta última puede ser elegida de acuerdo a las necesidades y padecimientos que identifica el profesional en la consulta y en conjunto reducen la famosa placa dentobacteriana.
• No olvidar hacer visitas periódicas al dentista.