E star vacunado es la mejor protección contra enfermedades graves que amenazan a chicos y grandes, además de un escudo para la economía.
Las vacunas salvan vidas en todo el mundo, pero a más de un siglo de su aparición todavía persisten ciertas ideas falsas sobre su efectividad y algunos mitos que evitan que cumplan con su misión de prevenir males letales.
La encuesta “Conocimiento y hábitos sobre vacunación en adultos”, realizada por la Asociación Mexicana de Vacunología y MSD, revela algunas cosas equivocadas que dice la gente para no vacunarse: no creo necesitarlas, el doctor no las ha prescrito, desconocimiento del esquema de vacunación para adultos y reacción adversa que podría provocar la vacuna.
Ante esta percepción errónea sobre las vacunas, es importante pensar en cinco razones importantes por las que los adultos deben vacunarse:
1. Las vacunas aplicadas en la infancia no son para toda la vida. Se piensa que las que se pusieron de niños protegerán para el resto de la existencia, pero la inmunidad disminuye con el tiempo y, además, con el paso de los años las personas se vuelven más susceptibles a enfermedades como la gripe, neumonía, herpes, entre otras.
2.Hay vacunas que no existían cuando muchos, los ahora adultos, eran niños; son escudos que se han desarrollado para la prevención de enfermedades que hasta hace poco eran consideradas no prevenibles con ella, como cáncer cervicouterino y herpes zóster. Se han mejorado algunas contra enfermedades que se consideran poco frecuentes, como tosferina, sarampión o paperas. Y se desarrollan otras vacunas que en el futuro tendremos la oportunidad de utilizar.
3. Existen enfermedades graves que aún son comunes. Cada año miles de adultos sufren problemas graves de salud, algunos son hospitalizados, incluso algunos mueren de padecimientos que son prevenibles por vacunación.
4.Por inmunidad comunitaria. Cuando la mayor parte de una sociedad está vacunada contra una enfermedad contagiosa es menos probable que pueda haber un brote o epidemia, ya que la gran mayoría de las personas están protegidas. Incluso, aquellos que no pueden recibir determinadas vacunas —como embarazadas o personas inmunosuprimidas— están protegidas ya que una persona con una enfermedad contagiosa no podría propagar la enfermedad en una comunidad protegida por la vacunación.
5. Cuestión de ahorro. La falta de prevención trae consigo, además del deterioro de la salud y de la calidad de vida por las enfermedades infecciosas, el pago de medicamentos y honorarios de médicos, las ausencias laborales o escolares (en el caso de la gripe, se estiman 4 o 5 días en la recuperación de la persona enferma), así como el cuidado del enfermo; estos factores se ven reflejados en la economía familiar, comunitaria y del país.
