El estrés es compañero inseparable de muchas personas y son incontables las que no pueden dormir bien, por lo que “nos convertiremos en una bomba de tiempo que nos hará mucho más irritables”, alerta la doctora Jacqueline Cortés Morelos.
Pero hay algo para tener en cuenta, dice la especialista: “El estrés no siempre es malo, pues en dosis moderadas motiva y ayuda a las personas a ser más productivas”.
Nervios de punta. El estrés es la respuesta natural ante situaciones de miedo, tensión o peligro, es parte de la vida de todos, pero si su presencia es excesiva, puede ser dañina para la mente y el cuerpo.
Este estado pone a prueba la capacidad del individuo para afrontar su realidad. El estrés laboral provoca el 25% de los 75 mil infartos al año registrados en México y hasta 75% de los trabajadores mexicanos lo padece.
Cuando los problemas de estrés se combinan con dificultades para conciliar el sueño, pueden darse ciertas enfermedades. Esto demuestra la relación entre vigilia y sueño, ya que sólo dedicamos una tercera parte de nuestras vidas a dormir y descansar, cuando en realidad, debieramos entender que dormir es vivir.
Mal y de malas. Cuando una persona tiene problemas del sueño y no descansa, se expone a alteraciones, como falta de atención e interés, errores de memoria, irritabilidad, ansiedad y estrés, que hacen que el desarrollo de sus actividades diarias se perturben, aseguró la doctora Jacqueline Cortés.
Algunos síntomas comunes de una persona estresada:
—Insomnio.
—Cansancio.
—Conversación rápida y acelerada.
—Reducción de las defensas.
—Trastornos gástricos y de concentración.
—Dolores de cabeza y musculares.
—Inseguridad y miedo.
—Aumento de la presión sanguínea, aceleración del pulso.
—Hipersensibilidad, erupciones cutáneas.
“Si no se controla el estrés y lo padecemos durante largos periodos, nos traerá serios problemas psicológicos y físicos, pues nuestro cuerpo, al sentir la amenaza externa, manda órdenes al resto del organismo a través del sistema nervioso central, mediante la liberación de hormonas y agentes químicos como adrenalina y noradrenalina, cortisol y cortisona”.
ABC del descanso. No comas mucho por la noche, mantén los horarios de dormir, apaga la luz y prepara tu cuerpo para dormir.
El ejercicio disminuye el cortisol en tu cuerpo y libera hormonas y neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo. La actividad física te ayuda a acelerar el funcionamiento del metabolismo, y quemar la grasa de tu cuerpo.
Discrimina los alimentos chatarra durante el estrés. Alimentarse sanamente ayuda a sobrellevar la presión.
