Échale un ojo al daño del sol

Vida 17/08/2017 05:00 Silvia Ojanguren Actualizada 19:15
 

Las vacaciones veraniegas son días de calor, albercas y mar para mucha gente, escena en la que es importante no descuidar la salud visual, ya que la radiación solar, aire acondicionado y la piscina pueden irritar.

Incluso se da la amenaza de sufrir infecciones y hasta quemaduras, por eso la protección, cuidado y asesoría profesional son clave.

Protégete del sol. Cuentas de la Organización Mundial de la Salud indican que de 12 a 15 millones de personas padecen ceguera por cataratas y de éstas hasta 20% está ligada a la exposición solar. Por eso es importante usar lentes de sol con filtro UV nivel 2 o superior.

“El ojo en condiciones normales es capaz de protegerse de la luz excesiva, pero en algunos ambientes, como la playa o la nieve pueden dificultarlo”, indica La optometrista Ana Lilia Gabriel Mendoza, vocera del Consejo Optometría México.

Recomienda tomar en cuenta que superficies como la arena blanca reflejan mucho más la luz solar.

“Es recomendable el uso de lentes polarizados con filtro ultravioleta y en la actualidad existen una gran variedad de materiales para armazones y micas con tratamientos especiales como anti-reflejante o anti-rayas que se pueden adaptar a cualquier actividad recreativa”, explica.

Acudir con un optometrista para saber si los lentes se adecúan a tu destino será un gran acierto para disfrutar los días soleados.

Consejos a la vista. Evita la resequedad. Es común que cuando visitamos lugares turísticos estemos en contacto con el aire acondicionado, sobre todo si vamos a zonas cálidas.

El clima artificial provoca que la lágrima se evapore con mayor rapidez, por lo que es recomendable evitar contacto directo prolongado con este ambiente y parpadear regularmente para mantener el ojo lubricado, además de auxiliarse con un lubricante ocular con el fin de evitar el ojo seco.

Cuidado con el agua. Descansar junto a la piscina o zambullirse en el mar es relajante y divertido, pero la reacción con la sal, cloro y otros químicos existentes en las albercas pueden generar irritaciones, resequedad e incluso infecciones como blefaritis o conjuntivitis.

Para tratar estos casos es aconsejable enjuagar el ojo con solución salina, pero si el problema persiste es indispensable consultar con un especialista. 

“Usar goggles protectores, los cuales pueden estar graduados, y evitar estar largos periodos de tiempo en el agua es ideal para conservar una buena salud visual en vacaciones. Además, se recomienda a la personas con lentes de contacto no usarlos en la alberca, ya que pueden atrapar bacterias y ocasionar infecciones”, sugiere.

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