Familiares de personas con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad deben saber los secretos del padecimiento.
La vida de mucha gente puede cambiar si se descubre a tiempo —y se trata debidamente— que es víctima del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), padecimiento que afecta a más de millón y medio de niños en el mundo.
Algo que no se puede pasar por alto y que todo mundo debe entender es que se trata de un trastorno de neurodesarrollo que persiste en la adolescencia e, incluso, en la vida adulta.
Escenario de cuidado. María Elena Frade Rubio, presidenta de la Fundación Cultural Federico Hoth y creadora del Proyectodah, cuenta que una persona con TDAH sufre desatención, impulsividad e hiperactividad.
Se trata, dice, de síntomas que afectan el desarrollo y calidad de vida de las personas que lo padecen; en la etapa adulta esta sintomatología se presenta de manera diferente en relación con la niñez.
No es cosa de niños, pues en un adulto con TDAH la inatención persiste, la hiperactividad se manifiesta en inquietud interna que en ocasiones puede ser visible a través del movimiento constante en pies y manos y levantarse constantemente de su lugar de trabajo.
En todo caso, agrega, se da en general un deterioro en el funcionamiento de diversas áreas de su vida, tanto laboral, familiar e, incluso, económica.
Labor de todos. Frade Rubio explica que el adulto con TDAH se topa con dificultades desde el momento del diagnóstico oportuno; en la mayoría de las veces al momento de llevar a sus hijos a tratamiento, se dan cuenta que los síntomas que presentan son los mismos que ellos manifestaron desde su infancia.
Por ello, muchos adultos con este síndrome tienen el antecedente de desertar de sus estudios desde temprana edad, cambios frecuentes de empleo, inestabilidad en las relaciones afectivas, una mala administración del tiempo y el dinero, abuso de sustancias y conductas disruptivas.
El campo de esta enfermedad en la vida adulta tiene cosas que especialistas tratan de poner en la mesa de las familias donde hay casos de niños que enfrentan este padecimiento.
Abrir espacios. La sociedad debe aprender sobre diversos campos, como vida cotidiana de un adulto con TDAH (emociones y consecuencias), terapia enfocada para parejas, inteligencia emocional en el adulto con el problema, cambios y retos de la mujer con TDAH, entre muchos aspectos más.
Es importante por el problema de salud que representa todavía un reto social.
Se estima que para 2020, los trastornos mentales o de conducta se incrementarán 50% en niños y adolescentes y representarán una de las primeras cinco causas de morbilidad y discapacidad, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Por ello, es necesario fortalecer la infraestructura de los servicios de salud en nuestro país y así poder brindar un tratamiento oportuno.