Su nombre es curioso: enfermedad de manos, pies y boca, es causada por un virus y normalmente deriva en una ligera indisposición y malestar, principalmente en niños. No amerita tratamiento específico, pero debe comunicársele al médico si el pequeño tiene síntomas constantes o éstos empeoran.
Perfil de víctimas. La enfermedad de manos, pies y boca es común en los niños pequeños, en especial en los menores de cinco años; los que asisten a las guarderías infantiles corren mucho más riesgo, porque el mal se transmite de una persona a otra.
Megha Tollefson, dermatologa pediátrica de Mayo Clinic de Rochester (Minnesota), dice que la causa más frecuente del mal suele ser el virus de Coxsackie. El primer síntoma es de fiebre, pero después de unos días pueden aparecer irritación de la garganta y ampollas o ulceraciones en la lengua, encías, parte posterior de la garganta e interior de las mejillas.
También pueden surgir lesiones similares a ampollas, de color rojo a gris-blanquecino, en las palmas de las manos y plantas de los pies. En algunos casos, puede presentarse un salpullido de color rojo en los muslos, nalgas y región inguinal. Los niños afectados por este trastorno suelen sentirse indispuestos y perder el apetito.
La especialista dice que para aliviar las molestias hay que pedir a los niños tomar comida y bebida fría: helados, trozos de hielo, leche o agua helada.
Ofrézcale alimentos suaves y sin grumos que no le irriten la boca ni la garganta. Además, enjuáguele la boca con agua tibia después de comer. Evite alimentos que empeoran las aftas, tales como la comida picante o salada, cítricos y bebidas que los contienen, como el jugo de frutas cítricas y el jugo de fruta.
De acuerdo con Tollefson, aplicar medidas de autocuidado en casa suele ser todo lo que se requiere para controlar la enfermedad de manos, pies y boca hasta que desaparezcan los síntomas.
Claves del combate
1.- No es necesario administrar tratamiento porque se trata de una infección viral y la enfermedad puede desaparecer por sí sola en cuestión de 7 a 10 días.
2.- Si las úlceras bucales o aftas son dolorosas, un anestésico de aplicación tópica puede ofrecer alivio. Este medicamento se puede adquirir en gel o crema y es de venta libre.
3.- Los analgésicos pueden ayudar a aliviar las molestias, pero no se debe administrar ácido acetilsalicílico a los niños porque ésta se ha vinculado con una afección rara y grave, conocida como síndrome de Reye.