Millones de personas en el mundo padecen colitis nerviosa que los médicos definen como Síndrome de Intestino Irritable (SII) y suele atacar a personas que viven con estrés o que sufren infecciones intestinales y reciben una mala herencia genética.
El especialista en gastroenterología, Raúl Olaeta, nos explica que el estrés es una reacción de alarma del organismo ante una agresión física o intelectual y que las tensiones emocionales tienen impacto en el aparato digestivo.
Síndrome peligroso. El SII es una enfermedad crónica, originada por aumento de sensibilidad en el intestino y causa dolor abdominal o malestar e inflamación y “se asocia con cambios en el hábito para evacuar, por lo cual se presentan episodios de diarrea, estreñimiento o ambos”, indica el médico.
El especialista menciona que la prevalencia de SII en México es de 16%, afecta principalmente a jóvenes de 30 a 40 años y predomina en mujeres.
Sin que se tenga idea de una razón concreta con respecto a la afección por género, pero se cree que tiene relación con cuestiones hormonales.
Cosas del SII. La colitis nerviosa suele provocar deterioro en la calidad de vida de los pacientes, que llegan a padecer depresión, ansiedad, molestias diversas e ideas suicidas, además tienen un menor desempeño o productividad laboral por ausentismo y demandan mayor atención médica.
En relación con el impacto económico, los gastos generados por la enfermedad son intangibles, ya que se afecta la capacidad productiva e influye directamente en los costos debido a la pérdida de ingresos y gastos no contemplados.
“El manejo médico adecuado, como puede ser el uso de probióticos para equilibrar la microbiota, la eliminación de alimentos que provoquen gases o diarrea, opciones psicológicas para el manejo de estrés y la administración correcta de medicamentos para combatir los síntomas, forman parte del tratamiento”.
“Existen estudios que demuestran que la administración del citrato de alverina + simeticona para el tratamiento de SII es una de las opciones de primera elección debido a que el citrato de alverina (antiespasmódico) actúa directamente en el músculo del intestino.
“Por lo tanto, no tiene efectos anticolinérgicos como otros antiespasmódicos, reduce la distensión, las evacuaciones y la motilidad intestinal (tránsito); por otro lado, incrementa el agua en el yeyuno (una parte del intestino delgado), la absorción de sal en el intestino y disminuye el dolor”, indica Olaeta.
¿Cómo prevenir?
—Disminuir el estrés.
—Atender correctamente las infecciones intestinales. Y acudir al médico regularmente.