A nadie sorprende, aunque puede incomodar, sudar. Es normal y el cuerpo lo utiliza para regular su temperatura, pero hay quienes no pueden hacerlo y esto puede provocar frustración y ansiedad por la sudoración excesiva.
Especialistas de DioMed Hospital cuentan que es un asunto de mucha gente en el mundo. Uno de ellos, Miguel Ángel Padilla, Fundador del Instituto Mexicano de Tórax, explica que el sudor es uno de los reflejos instintivos primitivos del cuerpo, como toser, estornudar, bostezar, vomitar y sudar.
Atención, fuera control. Una cosa a tener en cuenta es que “esos reflejos deben estar apagados, lo normal es que se activen bajo ciertos estímulos, pero ¿qué pasa si todo el día nos la pasamos estornudando, vomitando o sudando sin poderlo controlar?, es evidente que tenemos un problema que va más allá”, señala.
En el caso del sudor, hay personas que viven con humedad excesiva en axilas, pies o cara, y esto es conocida como hiperhidrosis.
El médico dice que el problema puede ser incontrolable y se debe a un desequilibrio o pérdida de control en el centro del cerebro y que debería estar apagado.
Naufragio personal. El especialista de DioMed Hospital indica que para entender el problema y el grado de afectación, “debemos saber que las personas que sufren hiperhidrosis sudan incluso cuando no sienten calor, no hicieron ejercicio o no hubo una emoción les provocara la secreción”.
Son personas que desde muy temprano tienen las manos húmedas, esto afecta en lo físico, en lo emocional y social, ya que los pacientes se sienten intimidados y frustrados por la humedad que ataca sus cuerpos.
La hiperhidrosis es un padecimiento que afecta al 4% de la población y se agrava en los pacientes que la presentan durante primavera y verano.
El problema ha sido estereotipado, ya que a los pacientes se les ha señalado que sudan por padecer nervios, pero en realidad es un problema físico que se presenta por un desequilibrio en el centro nervioso del cuerpo.
