La gente se mueve en un mundo globalizado y el desarrollo tecnológico ha impulsado los viajes internacionales, lo mismo de negocios que los de placer. Esto tiene que ver con la salud.
Pero primero hay que ver que la Organización Mundial del Turismo señaló en 2017 que en los últimos 60 años los turistas internacionales pasaron de 25 millones en 1950 a mil 235 millones en 2016.
Más viajeros, más riesgos. Al mismo tiempo que los viajes por diferentes países son más, surge una necesidad entre los viajeros frecuentes: el cuidado de la salud y prevención de enfermedades.
La razón: al desplazarse a lugares de diferentes condiciones climáticas, variados ambientes, situaciones sanitarias diversas, dietas distintas y agentes patógenos endémicos de ciertas zonas, los visitantes deben prevenirse.
La idea médica central es evitar el contagio o adquisición de enfermedades de la zona. Para atender la necesidad surgió la emporiatría, que en lenguaje cotidiano no es otra cosa que la medicina del viajero.
Tierra a la vista. La misión de esta medicina es realizar un diagnóstico oportuno de la salud del paciente, previo a realizar un viaje.
De acuerdo con las condiciones del lugar al que vaya, el médico puede administrar vacunas o tratamientos para evitar ciertos padecimientos típicos o potenciales de la región que visitará.
La medicina del viajero no es nueva, pero cobra relevancia entre viajeros internacionales de todo tipo, desde estudiantes universitarios de intercambio y personas que realizan constantes viajes de negocios, hasta familias enteras.
Sergio Sánchez, director de Comunicación de Passport Health México, clínica especializada en medicina del viajero, explica que:
“Las personas tienen un mayor acceso a la información. Saben que la salud es una prioridad en todo momento, y al viajar quieren asegurarse de estar en condiciones óptimas de poder disfrutar de su travesía”.
Hay razones de peso, como que el creciente flujo de viajeros entrando y saliendo de diferentes áreas en el mundo ha obligado a los organismos gubernamentales de algunos países a imponer medidas preventivas para los visitantes que llegan a su territorio.
“En Brasil o en muchos países de África, por ejemplo, es un requerimiento obligatorio para sus visitantes el estar vacunados contra la fiebre amarilla, una enfermedad viral transmitida por mosquitos que habitan en dichos países”, señala Sánchez.
Las medidas preventivas más solicitadas son vacunación contra enfermedades como fiebre amarilla o dengue, y vacunas para prevenir enfermedades que se pueden encontrar en agua o comida contaminada como hepatitis A o tifoidea.