Sanos y en pleno crecimiento, los adolescentes y jóvenes difícilmente consultan a un médico, lo cual los pone en riesgo de no detectar malos hábitos, que de no corregirse podrían propiciar el desarrollo o agravamiento de enfermedades perjudiciales para su salud visual.
Esto es una realidad, ya que entre los 2.5 millones de jóvenes mexicanos (de 15 a 29 años) con dificultades para realizar sus actividades diarias básicas, el sentido de la vista es el más afectado, unos 4 de cada 10 presentan discapacidad y 6 de cada 10 algún grado de limitación para ver, aún usando lentes.
Ojo con la vista. La oftalmóloga Hannel Maldonado cuenta que “ver televisión, revisar correo electrónico, consultar redes sociales, navegar en internet y los videojuegos son de las actividades más practicadas por los jóvenes en su tiempo libre, a las que llegan a dedicar 5 horas al día”.
“La exposición prolongada a las pantallas, a distancias no adecuadas y sin el uso de lentes en los casos que sea necesario, puede provocar o agravar errores de refracción como la miopía que, en grados extremos, llega a implicar riesgo de desprendimiento de retina”, afirma.
Lentes salvan la visión. Es deseable que los jóvenes elijan un modelo con el que se sientan cómodos y comiencen a atender el problema cuanto antes o a explorar alguna otra opción para corregir estos defectos refractivos, como el uso de lentes de contacto o la cirugía refractiva en los mayores de edad, en caso de ser buenos candidatos. La doctora Maldonado dice que es importante el uso de lentes de sol.
“Por precio, los que llegan a estar al alcance de sus manos son los que se venden en la calle, que no cuentan con la debida protección contra los rayos UV y que permiten el paso de estos rayos directamente a través de la pupila que se encuentra dilatada por el oscurecimiento del lente”, explica.
Alerta sobre que estos anteojos pueden provocar daño directo a las estructuras delicadas, como la retina y dificultan la visión.
Los más expuestos son quienes practican deporte y aquellos con antecedentes de enfermedades oculares o crónico degenerativas.
“Los primeros, sobre todo los que usan raquetas, bates o pelotas pequeñas, o que participan en deportes de contacto, están expuestos a golpes en los ojos que, en casos graves, pueden llegar a provocar glaucoma a corto, mediano o largo plazo.
“Se recomienda el uso de lentes de protección y consultar de inmediato al especialista en caso de tener algún accidente”, afirma la especialista.
“Para quienes tienen abuelos, padres o tíos con glaucoma o diabetes, la consulta periódica con el oftalmólogo es muy importante”, dice.