Los protectores solares deben convertirse en compañeros diarios de todo mundo, especialmente de los niños.
Los días soleados son una tentación para mucha gente y cuando más brilla el sol, la piel suele estar más expuesta a posibles daños, además de otros agentes nocivos como los cambios climáticos y la polución ambiental.
Se trata de una amenaza general, pues la energía solar tiene infinidad de efectos benéficos sobre toda forma de vida en la Tierra; pero en el ser humano, cuando se recibe en exceso, causa daños a veces irreversibles, siendo la piel la principal zona afectada.
Sol daña y quema. La médico dermo-oncóloga Jatziri Chávez Bernal alerta sobre los riesgos y nadie debe olvidar cosas como que la piel es el órgano más grande del cuerpo, cubre y protege al organismo del medio ambiente y sus agresiones.
En México, dice, “desgraciadamente no existe una cultura de prevención para su cuidado, se piensa que el uso de fotoprotectores y tratamientos para protección solar es sólo por cuestiones estéticas, sobre todo en temporada de vacaciones, un error que puede traer graves consecuencias”.
En defensa propia. El peligro obliga a cuidarse con el uso diario de fotoprotectores y los hay con nuevas y mejores fórmulas, como la línea Heliocare, que brinda mayor protección a la piel, lo que repercute de manera directa a la salud y belleza.
La experta indica que cuentan con la tecnología Fernblock, que combina filtros físicos, químicos y biológicos para una protección integral contra la radiación solar.
Amenaza total. “Hay que evitar la excesiva exposición a los rayos del sol, así como usar protector solar; porque pese a que no se le considera causa directa de muerte, puede influir en diversas afecciones”, agrega el especialista.
“La falta de registros precisos ha provocado que no se le dé la importancia debida; en muchos casos, la ignorancia proviene desde la infancia, en otros se trata de herencia genética, el hecho es que en la actualidad cada vez más mexicanos acuden a consulta dermatológica”.
Chavez dice que es muy importante insistir en el uso continuo de los fotoprotectores, ya que la piel siempre está expuesta, incluso en los días nublados, cuando los rayos solares llegan al pavimento y se reflejen en las personas hay daño; lo mismo en el hogar, los focos, lámparas y aparatos luminosos representan riesgo.
