En la vida hay secretos que tarde o temprano se revelan, como la forma en que se debe lavar la ropa, los consejos clásicos son la blanca por un lado, de color por otro, la interior aparte.
Además de esas cuestiones, algo que casi nadie dice es cada cuánto hay que lavar sábanas, toallas, edredones, almohadas, tapetes y otros artículos que solo se piensa en cambiar cuando huelen mal o están muy sucios.
Edredones. Si solo está para que tu cama luzca bien y casi nunca entra en contacto con tu piel, olvídate de él y lávalo dos veces al año. Pero si te da por comer algo en la cama o comprar pizza para ver películas, quizá una lavada trimestral será necesaria
Almohadas. Las fundas debes lavarlas con las sábanas por dos razones: la cabeza siempre suda al dormir y si no las lavas juntas, tendrás un collage de colores en la cama. Las almohadas pueden esperar tres o seis meses.
Cortinas y tapetes. Las puedes lavar una vez al año, máximo dos veces, dependiendo del polvo que entre al departamento o a tu casa. Puedes aspirar o sacudir el polvo regularmente.
Sábanas. Si te bañas antes de dormir y no hace mucho calor por las noches, lava las sábanas una o dos veces al mes. Si duermes con alguien y no siempre se ponen la pijama es bueno cámbiarlas cada 7 o 10 días. Piensa en esta regla: a más sudor, más lavadas.
Toallas. Los puristas dicen que deben lavarse cada cuatro usos. La clave con las toallas es que las dejes secar bien, de lo contrario, empezarán a oler a humedad y se te pegará en la piel. Entonces, si las extiendes después de bañarte y se secan bien, puedes lavarlas cada 15 días.