El sueño ataca 10% de los jóvenes mexicanos que se duermen en clase, lo que ocasiona bajo rendimiento escolar, indica el doctor Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño.
La razón es un desajuste del reloj biológico que coordina el ciclo sueño- vigilia y el control de la temperatura corporal, la producción de hormonas y la regulación de la alimentación.
El experto médico explica que la falta de sueño produce una “fase retrasada de sueño”, cuyo desajuste provoca que los jóvenes tengan mucho sueño.
Dormir y descansar. El doctor Reyes Haro detalla el problema así: los jóvenes duermen menos de 7 horas las más de las noches, insuficientes para cubrir lo que necesita un adolescente.
Una buena receta es que los padres vigilen que sus hijos tengan una adecuada higiene del sueño.
Esto es bueno porque patrones saludables de sueño en la niñez y adolescencia se asocian con un menor riesgo de obesidad, bienestar psicológico, mejor funcionamiento cognitivo y una menor conducta de riesgo.
Estudios hechos entre población de Estados Unidos muestran que 30% de los niños en edad preescolar y entre 50% y 90% de los niños y adolescentes en edad escolar no duermen tanto como su cuerpo lo requiere.
Despertador a destiempo. Reyes Haro alerta sobre que el uso excesivo de teléfonos celulares, pantallas y videojuegos contribuye a los trastornos del sueño porque los padres no limitan las horas que los jóvenes pasan frente a estos dispositivos.
“Cerca del 60% de los adolescentes usa pantallas en las horas previas a acostarse, eso significa menos horas de sueño y somnolencia al día siguiente en las aulas escolares”, afirma.