La higiene y las buenas costumbres sanitarias son las mejores maneras de defenderse de la diarrea, una enfermedad de la que muy pocos mexicanos escapan, ya que 99 de cada 100 la han sufrido al menos una vez al año.
Se dispara durante la temporada de calor y lluvias y puede atacar a niños y adultos. Si no se trata adecuadamente pude ser algo grave.
La diarrea infecciosa se origina por manejo de alimentos y bebidas con contaminación microbiana e inadecuados hábitos higiénicos.
La diarrea es el aumento de la frecuencia en las evacuaciones, más de tres en 24 horas. Un cambio en la consistencia de las heces es más indicativo de su ataque, en particular en los primeros meses de vida, explica la infectóloga pediatra Patricia Saltigeral.
Aliada del mal
La principal complicación, primordialmente en niños, es la deshidratación que se manifiesta en la piel seca, letargo, ojos hundidos, labios secos, llanto sin lágrimas, fontanela hundida, irritabilidad, pulso débil o impalpable, ausencia o disminución de la orina, precisa Raúl Romero Cabello, infectólogo del Hospital General de México.
La rehidratación oral es clave en el tratamiento y una buena idea es tomar Tego (Tanato de gelatina) con propiedades antidiarréicas y astringentes, además de ingerir agua.