convirtió el despecho en arte y el desamor en éxito, pero detrás de su famosa frase: “Me estás oyendo, inútil”, hay una historia de traición y sufrimiento. Y el "inútil" tiene nombre.

Todo comenzó cuando Paquita tenía solo 16 años y se enamoró de Miguel Gerardo, un hombre 28 años mayor que trabajaba como tesorero en el registro civil donde ella . Lo que parecía una historia de amor terminó en pesadilla: tras siete años juntos y dos hijos en común, Paquita descubrió que él ya tenía esposa… ¡y lo supo porque la mujer fue a su pueblo a reclamarlo!

“Ahí empezó el infierno para mí”, confesó la cantante en una entrevista con Gustavo Adolfo Infante.

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"Cometí el error de meterme con un hombre casado, se me fueron 7 años de vivir con ese señor. Me junté con ese señor, al principio fue a escondidas de mis mamás (su mamá y su tía), después me armé de valor y les hablé claro, que yo andaba con el señor ese”, contó entonces.

Atrapada en una relación de la que no veía salida, aguantó por años hasta que finalmente decidió irse con sus hijos y empezar de nuevo.

Pero el destino le tenía otro trago amargo. Ya en la Ciudad de México, Paquita encontró el amor con Alfonso Martínez, un hombre que “se echaba sus cervezas” en el restaurante donde ella cantaba. Se casaron y estuvieron juntos más de 30 años, pero la historia se repitió: él también tenía otra familia.

Esta vez, Paquita no se quedó con los brazos cruzados. Le quitó el restaurante donde trabajaba y se dedicó por completo a su carrera. Desde entonces, no volvió a enamorarse, pero dejó un mensaje claro para todos los infieles y ahora llamados "cucarachos": “Me estás oyendo, inútil”.

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