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La relación de las celebridades con sus equipos de trabajo, en especial con aquellos que cuidan de su seguridad en todo momento, han vuelto a tomar relevancia en los días recientes gracias a que un asistente al Super Bowl LIX tomó una foto de Taylor Swift al salir del baño, acompañada por su guardaespaldas.
Nadie podría sorprenderse de que Taylor Swift tenga un equipo de seguridad que la protege en todos sus eventos y apariciones públicas. Uno de ellos es Drew, el que más se mantiene más cercano a la cantante y compositora, quien ha sido visto acompañándola constantemente y hasta en momentos muy privados para garantizar su seguridad.
Sus seguidores en redes sociales están escandalizados, por ejemplo, porque Drew la acompañó a los baños del Superdome de Nueva Orleans, el domingo en el que Travis Kelce, su novio, y compañeros de los Chiefs fueron apaleados por las Águilas de Filadelfia durante la edición 59 del Super Bowl.
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La imagen, reconocida en todo el mundo y de la que se ha comentado cualquier cantidad de teorías, deja ver la dedicación de Drew, aunque su presencia en el baño de mujeres ha sido vista como una violación a la privacidad, una situación que en ocasiones tienen que soportar los más famosos para mantener su seguridad.
Drew es la sombra de Taylor Swift. En los años recientes está junto a ella, incluso cuando se encuentra con Travis Kelce, como en la pasada edición de Coachella o en la salida de los juegos de los Chiefs.
Además de Drew, el equipo de seguridad de Taylor Swift incluye otros guardaespaldas que han sido vistos tomando medidas extremas para protegerla durante sus conciertos y apariciones públicas.
En un partido de los Kansas City Chiefs, los guardias de Taylor fueron vistos gritándole a los fotógrafos que se levantaran para impedir que le tomaran fotos por debajo de la minifalda.
Drew se ha vestido de los mismos colores de Swift para pasar desapercibido e incluso se ha sentado a la misma mesa que ella, como en los pasado premios Grammy’s, en los que todo el tiempo vigiló lo que ocurría alrededor de su jefa.
Kanye, uno de los responsables
La vida pública de Taylor Swift cambió en los MTV Video Music Awards de 2009, cuando el clip de su canción "You Belong with Me" ganó a mejor video femenino.
Durante la aceptación de su premio, Swift decía sus agradecimientos cuando, de forma inesperada y grosera, Kanye West subió al escenario y le arrebató el micrófono para felicitarla, pero también para asegurar que los mejores videos de ese momento los hacía Beyonce.
“Hey Taylor, estoy muy feliz por ti y te dejaré terminar, pero Beyoncé tuvo uno de los mejores vídeos de todos los tiempos”, dijo West al interrumpirla, refiriéndose a “Single Ladies” de Beyoncé, otro de los videos nominado en la misma categoría, al que venció Swift.
El público del Radio City Music Hall de Nueva York lo abucheó ante la mirada atónita de Taylor Swift, que quedó congelada con su premio en las manos.
Las reacciones posteriores a los hechos se fueron contra el rapero. El presidente Barak Obama, sólo por citar un ejemplo, lo calificó públicamente de “imbécil”, por lo que West tuvo que disculparse con Taylor, quien descubrió lo vulnerable que estaba incluso en escenarios tan controlados como una entrega de premios.
