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Defensora de las mujeres y de la música, Paquita la del Barrio fue clara en una entrevista que sostuvo con esta casa editorial: no le gusta que la gente confunda los conceptos o la etiquete como feminista cuando, asegura, no lo es; mucho menos que la señalen como una mujer empoderada, término que no le fascina.
“A ‘empoderarse’ no le encuentro chiste, lo único que debe hacer la mujer es quererse, amar a los suyos, enseñarles cosas buenas, que parecen no tener importancia, pero que son lo mejor de la vida. No me considero feminista, yo quiero a todo ser humano, tanto a la mujer como al hombre; somos humanos y debemos querernos todos”, señaló en entrevista.
Tampoco le gusta lo que están aprendiendo los jóvenes, musicalmente hablando. Si bien las canciones sirven para expresar sentimientos de amor y despecho como “Me saludas a la tuya” o “Rata de dos patas”, consideró que no es necesario ser vulgar.
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La cantante que alcanzó a llegar a los 50 años de trayectoria artística dijo sentirse preocupada por lo que escuchan las nuevas generaciones, la falta de contenido en las canciones y que, además, pierdan el tiempo.
“Me mortifica porque tienen una vida por delante, me gustaría que tomaran conciencia de todo y que tengan educación. Yo no escucho los corridos tumbados, es una grosería, una falta de respeto al público porque estas canciones hablan con un lenguaje vulgar, yo creo que todo tiene un límite y si el público empieza a escuchar eso, están amolados”.
La artista, que cantó a las mujeres que sufren mal de amores y exhibió a los hombres infieles, no dejó ver mucho de Francisca Viveros Barradas, su nombre real, porque es la que sufrió en carne propia los atropellos machistas y de la que se inspiró cada vez que subía al escenario.
“Cuando estoy cantando, mi cerebro está en donde algún día estuve y empiezan a salir las lágrimas, el sufrimiento es todo; cuando te acuerdas de lo mismo, de muchas cosas. Yo no tuve muchos novios, tenía 16 años, estaba en la escuela todavía, cuando cometí el error de enamorarme”.
Ese encuentro que tuvo se convirtió en matrimonio y dos hijos, pero la relación no funcionó. Paquita entonces se mudó a la Ciudad de México, un mundo desconocido para ella.
“También había gente buena y poco a poco nos fuimos levantando, me volví a casar aquí, fue mi salvación, me tocó un buen señor, me recibió con mis dos hijos que tenía. Me fue mejor en este segundo matrimonio, por lo menos ya hice una vida”.
Estas experiencias forjaron su carácter, ese que mostró en el escenario con canciones como “Hombres malvados” y “Las mujeres mandan” y empoderó, aunque no le haya gustado el término, a las mujeres que han pasado por lo mismo que ella.
“Yo creo que ya nací así, con este carácter, ya no hay quien me lo quite, a veces me mortifica que me dicen que soy muy enojona, yo dentro de mí creo que no. Lo que pasa que hablo fuerte y la gente cree que estoy enojada con alguien, no es eso, así soy”.
La cantante, quien se presentaría el próximo 16 de marzo en el Auditorio Nacional, descubrió su pasión por el canto desde temprana edad.
“Amé la música desde chamaca, desde que estaba en la finca me gustaba cantar, hasta que entré a los 10 años a la escuela y un 15 de septiembre me invitaron a cantar y respondí ‘sí, lo hago’. Entonces, todo el público me aceptó y de ahí empecé mi carrera”.
Ya no se vio en otro lugar; el escenario fue lo suyo: “Agradezco mucho que me han apoyado, me han brindado su sonrisa, cosas bonitas.
“Mi carrera ha sido gota por gota, no ha llegado nada más de golpe, como ciertos artistas que les tocan un disco y ya son famosos, según; yo no, mi carrera ha sido poco a poco y es lo que tú cosechas”.
A ‘empoderarse’ no le encuentro chiste, lo único que debe hacer la mujer es quererse, amar a los suyos, enseñarles cosas buenas”, señalo Paquita la del Barrio.
NO LLEGÓ
El 26 de enero pasado, Paquita tenía un concierto en el Auditorio con La Sonora Santanera y María Fernanda; por cuestiones de salud, se había pospuesto al 16 de marzo de 2025.
