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Christian Nodal logró lo insólito: llenar la Plaza México con un espectáculo irrepetible. Pero no porque haya presentado el mejor show de su vida, sino por la incorporación de una agencia de relaciones públicas y la unión de voluntades, todo se hizo posible para vender un concierto que, al momento de presentarse, resultó ser solo una actuación más para el sonorense.
La Plaza México se ha consolidado como uno de los escenarios más importantes de los últimos años. Su majestuosidad exige que todas las estrellas que llegan al recinto sepan que, además de su calidad vocal, deben ofrecer un espectáculo digno, con buen sonido y acorde al público que decide pagar un boleto.
Nodal tiene en su haber una buena cantidad de éxitos, pero debe entender que no es suficiente subirse al escenario, cantar y luego cobrar.
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Si realmente quiere crecer y recuperar el terreno perdido, además de contar con una eficiente agencia de relaciones públicas, necesita un guía en el escenario que lo ayude a consolidarse como una estrella. Hoy, un artista debe ser integral y, si bien Nodal tiene talento y formación, aún le falta experiencia para un recinto como La México.
Y no es que su concierto haya sido malo, pero en comparación con quienes se han presentado en el mismo escenario (Alejandro Fernández, Intocable o Pepe Aguilar), le falta mucho kilometraje y un equipo más sólido.
Tiene todo para triunfar, solo necesita la determinación para rodearse de un buen equipo y deshacerse de aquellos que, aunque tienen experiencia con artistas, no comprenden que la industria ha evolucionado.
Hoy no basta con subir al escenario y cobrar por unas cuantas canciones. El público mexicano merece un show a la altura, que haga valer cada centavo que invierte. Nos leemos la próxima aquí donde quizá hablemos de ti.
