A 50 años del Festival de Avándaro, el concierto que cambió por siempre la música mexicana

Por: Elizabeth Escobar

“Paz, amor y unión es lo que se vivió en el Festival de Avándaro, en el que más de 300 mil jóvenes se congregaron para poder disfrutar con libertad del primer espectáculo masivo de rock de la historia mexicana...”

Ese era el texto, indican quienes lo vivieron, que debió escribirse en 1971 en todos los periódicos sobre el festival que marcó el inicio del rock en México hace 50 años y que por la represión social y política de entonces, no fue posible.

“Estamos hablando de un periodo de muchísima opresión, en donde ser crítico, cuestionar al gobierno, podía implicar desapariciones”, comenta Vanessa Bohórquez, secretaria de Cultura de la CDMX.

“Las cosas se llevaron en sana paz, no hubo ninguna baja, todo el mundo se divirtió, pasaron muchas cosas buenas que desafortunadamente se mancharon con las opiniones de una prensa a las órdenes del gobierno”, señala Luis de Llano, productor del evento.

Se tenía estimado que al asentamiento de Tenantongo, cerca de Valle de Bravo, en el Estado de México, asistieran 25 mil personas, fue el número de boletos vendidos por los organizadores, a 25 pesos, pero llegaron más de 300 mil que invadieron el lugar donde se llevaría a cabo la carrera de automóviles, que sería amenizada por música de grupos de rock. Un helicóptero militar sobrevoló la zona para enviar reportes a la Secretaría de Gobernación.

“Llegó como medio millón de gente, la tocada se hizo porque se pensó que jalaría más gente, iba a empezar a las 8:00 horas el Circuito Avándaro y lo amenizarían bandas de la ‘onda chicana’, pero no pensaron que llegaría tanta raza”, dice Alex Lora.

De acuerdo con De Llano, el escenario era rústico, no había micrófonos, como los de ahora, ni bocinas, era una odisea llevar a cabo el show en pleno campo y llovía.

“Lo chistoso es que se resume a una, dos o tres personas que dan órdenes; satanizaron el rock and roll, pero el show fue de lo más grandioso que ha pasado en México, donde no había represión, al contrario, había apoyo de los soldados, de los policías que estaban ahí, ninguno nos trató mal, todos estábamos en una sola comunión”, expresa el cantautor Javier Bátiz.

Cuando se realizó el festival, era reciente la matanza estudiantil de 1968 en Tlatelolco, por lo que miles de voces gritaron: “nosotros tenemos el poder”, lo que provocó la suspensión de la emisión de radio en la Ciudad de México.

“No se les hizo justicia a Los Dug Dug’s. No fue de a gratis que llegara tanta gente al festival”, enfatiza Ricardo Macías, del Comité Organizador del 50 Aniversario del Festival Avándaro.

(Foto: Especial)

(Foto: Archivo, El Gráfico)