La serie “Bebé Reno”, el fenómeno de Netflix

‘Bebé Reno’ (Netflix 2024) es sin duda una de las series más crudas de los últimos años. 

No sorprende que se haya convertido en un fenómeno inmediato de la televisión.

Sin entrar en spoilers, se trata de una historia que protagoniza Richard Gadd, quien en la vida real vivió un acoso extremo y enfermizo por parte de una mujer mayor que él, quien ya había sido penada por actos similares por las autoridades de su país. 

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Sí, el actor de esta serie vivió en carne propia todo lo que se aborda en siete capítulos llenos de agonía y desesperación.

Y cuando mencionamos acoso extremo estamos hablando de una verdadera locura. Martha, nombre ficticio de la mujer en cuestión, envió a Richard 41 mil mails, 350 horas de mensajes de voz, 744 tuits, 106 cartas y utilizó 4 diferentes cuentas de Facebook para stalkear todos sus pasos.

Esto sin contar el tiempo que lo acorraló y violentó presencialmente, en su trabajo dentro de un bar, afuera de su domicilio e incluso en sus mediocres presentaciones de standup comedy. ¡Ah!, porque Richard Gadd, pese a vivir todo este drama personal en el que salen a flote sus debilidades, soñaba con triunfar en la comedia.

En mis redes sociales recomendé esta serie, en la que por cierto también participa la actriz mexicana trans Nava Mau, y me inquietó que varios comentaron que, en menor o mayor medida, han llegado a vivir acoso en sus vidas.

No cabe duda que la mayoría de las personas tienen (o tenemos) algún capítulo oscuro en nuestro historial, y creo que una de las tantas reflexiones que nos deja ‘Bebé Reno’ es que tenemos que tener el valor de darlas a conocer al menos entre nuestros cercanos.

Todos tenemos algo de ‘Bebé Reno’. Todos tenemos algo de Martha. Todos tenemos algo de víctimas y victimarios. 

De alguna manera, la moneda gira en el aire y a veces te toca acertar o errar. En la serie, ambos tienen demasiados problemas en la cabeza. Sientes lástima por ambos, coraje por ambos. 

Su codependencia es monstruosa y la relación que se empieza a generar entre estos dos genera náuseas, superan cualquier límite, ya no conocen de límites.

Frustraciones, uso de drogas, abusos sexuales e inseguridades comienzan a salir a flote, los vuelven a poner sobre la lona ante una autoridad que queda atada de manos por sus mismas reglas del juego. 

No hay evidencias suficientes. Domina el caos, la cruda moral, el aislamiento, la brutalidad, cuando lo único que necesitabas era abrazar, con todas tus fuerzas, tu propio dolor.

Enviado desde mi iPhone.

@milusosrock