¿Se lo quieres probar a Beyoncé? Necesitas 2,000 pesos

Mientras que el furor por el tequila y el mezcal ha convertido a varios artistas en empresarios de las bebidas, Beyoncé ha preferido rendir tributo a su herencia tejana con un whisky que cuesta 89 dólares por botella, unos $2,000 pesos.

El pretexto que dio pie a SirDavis, nombre del brebaje de la hija predilecta de Houston, fue la historia de su bisabuelo, Davis Hogue, un granjero y productor de licor que durante los años de la prohibición del alcohol en Estados Unidos escondía las botellas con su whisky en los nudos huecos de los cedros de su propiedad para que sus amigos “abastecieran” sus reservas sin que la autoridad sospechara.

"Siempre me ha atraído el poder y la confianza que siento cuando bebo whisky de calidad y quería invitar a más personas a experimentar ese sentimiento", dice Beyoncé en un comunicado de Moét Hennessy, la empresa detrás de este movimiento de la señora Knowles-Carter. “Cuando descubrí que mi bisabuelo había sido un destilador, sentí que mi amor por el whisky estaba destinado. SirDavis es una forma de rendirle homenaje, uniéndonos a través de un nuevo legado compartido”.

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Beyoncé fue acompañada en su salto como empresaria al mundo del alcohol por el maestro destilador Bill Lumsden, quien preparó a mano la mezcla inicial de 51% centeno y 49% cebada malteada, para luego cocinarla hasta lograr texturas como las de los whiskies japoneses que dice disfrutar mucho la cantante.

Madurado en barricas de jerez, SirDavis recibe sus toques finales en Texas, donde se mezcla y embotella y remata con un medallón negro con un caballo.

Foto: (Especial)

Según presumió la empresa fabricante, antes de que saliera al mercado el whisky de Beyoncé fue enviado sin marca ni distintivos a varios concursos. Ganó el premio Best in Class for American Whisky de los premios SIP 2023 y una medalla de oro de la Competencia Internacional de Bebidas Espirituosas de Nueva York.

Su venta iniciará en Estados Unidos, Londres, París y Tokio, y en los aeropuertos de Los Ángeles, Nueva York y San Francisco, pero el plan es que esté disponible en todo el mundo.