Caifanes entrega ritual de clásicos en el Estadio GNP

Son las 9 de la noche, hora prevista para que Caifanes salga a tocar en el Estadio GNP, primera banda de rock en hacerlo en este recinto renovado, y las gradas aún lucen a la mitad de su capacidad.

El caos vial en la capital que se multiplica en las inmediaciones del estadio hace que el ritual rockero se retrase alrededor de 30 minutos, hasta que Saúl Hernández, ahora sí ante un foro completamente lleno, aparece solo con su guitarra para iniciar con el tema 'Miedo', en una versión a guitarra, voz y caja de ritmos, que empieza algo trompicada (no sonaba su instrumento de cuerdas) pero que pronto empieza a tomar forma con el coro de más de 60 mil asistentes que se unen al canto sin miedo.

En la segunda canción, 'Viento', se le unirá el saxofón de Diego Herrera, que dará paso a 'Antes de que nos olviden' con Alfonso André en el tambor, para llegar a 'Para que no digas que no pienso en ti' ya con la banda completa y un público que se entregará por primera vez gracias a esas notas tropicales que invitan a bailar.

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(Fotos: Especiales)

En cuatro enormes pantallas aparece el rostro combativo de Saúl Hernández, quien en repeditas ocasiones le dice a su raza que ellos son lo más importante del ritual de esa noche. "En verdad, muchas gracias", dice Saúl con un rostro un tanto nostálgico y una voz que desde ese primer diálogo se sentía quebrada y hacía pensar que en cualquier momento quedaría afónica, lo cual afortunadamente no sucedió del todo.

En esas mismas pantallas, a lo largo del concierto y en canciones como 'Nubes', 'Detrás de ti' y 'Debajo de tu piel', aparecerán los rostros de los asistentes, grandes protagonistas en sus segundos de fama: hay niños a quien Saúl saluda con mucha ternura, pero también adultos que han hecho de Caifanes la banda sonora de sus vidas. Todos se sorprenden al verse en las pantallas, algunos cantan más fuerte, otros se apenan, hay quien saluda a la cámara o derrama lágrimas, como una pequeñita en el tema 'Canción sin miedo', himno feminista de Vivir Quintana, quien entró al escenario para ser recibida por un Saúl arrodillado.

El concierto sirve para generar reflexión sobre la violencia que vive este "México descompuesto", lleno de feminicidios y periodistas asesinados.

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Es una mezcla de emociones en la que Caifanes recibirá a varios invitados, siendo Guillermo Briseño el primero de ellos para interpretar en el piano y voz de Saúl su canción 'María de mis alquimias". Más tarde llegará el músico y cineasta Sergio Arau, que entonará junto al grupo el clásico 'Alármala de tos' de Botellita de Jerez, banda a la que, según palabras de Hernández, le abrieron Las Insólitas Imágenes de Aurora un concierto en Guadalajara, "en nuestra primera 'gira internacional' fuera de la ciudad de México".

La lluvia amenaza con caer fuerte en el Estadio GNP, pero se queda solo en el intento.  Nada detiene el buen ánimo y el festín rockero con 'Detrás de los Cerros' (de la etapa ya como Jaguares),  'El Elefante', 'Mátenme porque me muero' (como la película de Tin Tan), 'Aviéntame', 'Perdí mi ojo de venado', y un primer cierre con 'Afuera', en la que apareció un grupo de danzantes prehispánicos que inyectaron dramatismo, color e historia en el ex Foro Sol .

Luego de dejar unos momentos el escenario, apareció Diego Herrera con sus solo de saxofón en el que interpretó un extracto del Himno Nacional Mexicano, ya en la entrada del mes patrio.

'Nos vamos juntos', el cover de Juan Gabriel, 'Te lo pido por favor', y 'Aquí no es así', fueron el preámbulo para un cierre infalible que acostumbra mucho Caifanes conformado por 'No dejes que', 'La célula que explota' y la cumbia dark 'La Negra Tomasa - Bilongo -', que en complicidad de un combo de músicos en metales que brillaron en una decena de canciones, llevaron al clímax a sus seguidores.

La banda se despide con los acordes de 'Imagine' de John Lennon, en un año pletórico para Caifanes en la ciudad de México donde llenaron el Auditorio Nacional, el Estadio GNP y el Palacio de los Deportes, para el que ya no hay boletos disponibles para sus conciertos de este fin de año.

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Larga vida para los creadores de 'De noche todos los gatos son pardos', primera banda rocker en pisar este remodelado inmueble, y sí: "¡Pongan Caifanes!".