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Es como ver por segunda vez una misma buena película: encuentras detalles que habías pasado por alto, observas la misma escena desde otro ángulo, sabes que el diablo se esconde en los detalles y cada vez eres más viejo y más diablo.
Esta adicción que vive gracias a la confianza de mis editores y compañeros/amigos de redacción, llega entonces a un año de tinta y teclas. ¡Mil gracias!
En un año pasan demasiadas cosas en la vida de uno y no se diga en el movimiento de los espectáculos. A veces quisiéramos más tiempo para poder estar en tres o cinco lugares a la vez, pero imposible.
El jueves pasado el grupo indie rock Enjambre anunció un concierto para junio del 2025 (en el Palacio de los Deportes).
Lo anunciaron exactamente un año antes de que esto suceda. La banda promete que llegará a esa fecha con un disco nuevo que aún ni existe, pero que planea componer, grabar y editar para llevarlo al Palacio.
Cuando ellos hablaban de esa posibilidad yo pensaba muchas cosas: ¿Y si en un año ya no existen como banda o no están en condiciones (toco madera) para tocar? ¿Nosotros seguiremos aquí dando lata? Anunciar un compromiso con un año de antelación, en tiempos en los que pasan tantas cosas de un día a otro, donde la información corre como Usain Bolt, me parece arriesgado.
Pero bueno, esperemos que en todo el año venidero sigamos compartiendo en este espacio todo eso que nos hace seguir viviendo en un presente eterno, como dijera el maestro Óscar Sarquiz.
ENCORE. Mi persona favorita me regaló ‘En agosto nos vemos’, el último libro de Gabriel García Márquez. En él también la protagonista tiene un compromiso anual con su destino. Ya les contaré de esta historia tan hermosa como tan cruda. Tenemos una cita, pues.
