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Que si el artista canceló por mera mamonería, por irresponsabilidad, por andar de fiesta, por enfermedad o porque la promotora en turno no le dio las garantías para su debida presentación, son circunstancias que en el momento se desconocen a ciencia cierta.
En el caso reciente de Blink-182, fue claro que el motivo de cancelar 3 de 4 conciertos en la CDMX se debió a la dura enfermedad que le pegó a Mark Hoppus, quien en 2021 le ganó la batalla al cáncer linfático y que ya quedó sensible para el resto de su vida.
Por ahí circulan videos en los que el cantante se ve sufriendo en el escenario por sus molestias en la garganta.
“El problema es mi garganta y el sistema respiratorio. Me han dado muchas medicinas, píldoras, sprays nasales, nebulizadores, algo totalmente loco”, posteó un desmotivado Mark en sus redes.
Se respira en el aire una molestia por la serie de cancelaciones que se han suscitado tan sólo en este primer cuatrimestre del año por artistas como Morrissey, sin duda el rey de las cancelaciones (con más de 330 en su carrera según un puntual conteo del sitio WeHearMusic), quien en febrero pasado canceló su show por “agotamiento”.
La semana pasada y a días de su realización, la estrella principal del festival CMBA Punk Rock Fest Vol 3, el grupo Sum 41 se bajó del cartel, lo cual fue un duro golpe pues era el proyecto estelar.
Lo mismo sucedió en el Pa’l Norte, donde fue sustituido por Wolfmother. Y ni qué decir de Kendrick Lamar, que siendo el acto estelar del Pa’l Norte, canceló por “problemas logísticos”.
El Vive Latino 2024 también tuvo duros golpes, como la cancelación de Paramore, quienes venían con Grammy bajo el brazo, la leyenda alemana Scorpions y el Cartel de Santa.
Y aunque dichos espacios fueron tomados por otras figuras como Kings of Leon y Billy Idol, el tropiezo ya está hecho.
Y ni qué decir del Hell And Heaven pasado (y aquel Force Fest), en el que una treintena de bandas cancelaron en Foro Pegaso bajo causas diversas, como pésima logística, cero atenciones o incluso la falta de pago.
Y no, así las bandas ya no se echan un buen rock&roll y que los fans se conformen con carteles incompletos... ¡Hay de casos a casos!