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Fue en una fiesta de Halloween, describe que la mansión ofrecía una visión de cómo vivía el uno por ciento más privilegiado, ella quería formar parte de esa clase, y fue una de las muchas a las que él invitó a su dormitorio para practicar sexo en grupo mientras la fiesta terminaba.
A los dos años de conocerse empezaron a salir, cuando él seguía casado con su segunda esposa, Kimberley Conrad.
Cuenta que él tenía un gran control sobre su vida, incluso le decía hasta el color exacto de esmalte de uñas que debía usar.
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Foto: (Instagram)
Tenía que mantener su aspecto físico y si engordaba, él le decía que se "tonificara".
Además, contó que solía darle golpecitos en la cabeza cuando sus raíces comenzaban a mostrar el crecimiento del cabello.
Sorprendió al compartir que el magnate consumía viagra, y lo hacía con tanta frecuencia que llegó a perder la audición de un oído, pero a pesar de esto, Hefner afirmaba que prefería ser sordo a dejar de tener relaciones sexuales.
Escribió que todo era una ilusión y explicó que en la mansión habías demasiadas fiestas y no limpiaban tan bien, incluso había moho.
Finalmente contó que, en alguna ocasión, Hugh le hizo prometer que, a su muerte, solo diría 'Cosas Buenas'.