Elena Larrea: Con su último aliento pidió ayuda a su mamá, filtran chats de WhatsApp

“Mamá, no puedo respirar”, ese fue el mensaje de WhatsApp que la activista Elena Larrea puedo enviar 

A poco más de una semana del deceso de la fundadora de Cuacolandia siguen apareciendo detalles sobre cómo fueron las últimas horas de la animalista. 

En un afán por apagar los rumores de que Larrea fue víctima de un atentado, Azul Oliva, otra de sus allegadas realizó un video en TikTok donde abundó sobre la cirugía  de su amiga y  comentó como habrían sido los últimos momentos de su amiga.

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Además, recordó que Larrea quiso dejar todo en orden, como si hubiera presentido algo.

“Algo que me conmovió muchísimo es que el día lunes, ella dijo: ‘Vamos a ordenar mi cuarto’, algo que nunca hacía. Dijo, ‘sácame está ropa, esto lo vamos a donar a tal…’ Comenzó a poner todo en su lugar. También le pidió: ‘Sácame los jeans negros, plánchame esta camisa, límpiame el sombrero…’. Básicamente, eligió su último atuendo. A veces dicen que uno sabe o siente la muerte”.

Sin embargo, lo más escalofriante es que Azul especificó que Elena, con su último aliento, buscó acercarse a su madre, de quien presuntamente estaría un tanto distanciada. 

Como ya se había mencionado con anterioridad, Azul ratificó que la activista aún se encontraba en proceso de recuperación de una cirugía estética a la que se sometió en enero de este año y, entre el 8 y 9  de marzo, comenzó a padecer dolores en una pierna. Justo cuando Elena hizo sus últimas fotos para su plataforma. 

Azul detalló que, entre los conflictos de su amiga con su exnovio, el rescate de la yegua violentada Mila y su lucha por lograr que el abuso y la violencia sexual contra los animales fuera tipificada en Puebla (estado donde se ubica su santuario), la activista minimizó las molestias post operatorias y de su pierna que ya estaba muy hinchada. Y aunque tenía el umbral del dolor muy alto, el dolor llegó a tope y hasta ese momento  buscó ayuda. 

“Elena era muy terca”, puntualizó Azul al explicar que optó por irse a descansar a su casa a pesar de que los médicos que recién había visto le indicaron que ya tenía cuatro arterias tapadas.

Los últimos mensajes que lanzó la pelirroja fueron para su madre. 

“Lo primero que hizo al llegar a su casa fue escribirle a su mamá por WhatsApp. Estaban hablando y ya le había mencionado a su mamá lo de la arteria tapada. Le dijo: ‘Me siento muy mal, me duele mucho la pierna’. Su mamá le respondió: ‘Vete ahora mismo al hospital, yo ya voy para allá’. El último mensaje que Elena pudo enviar fue a su mamá y le dijo: ‘Mamá, no puedo respirar’. Fue alrededor de las 2:24 de la tarde”, detalló Oliva. 

Azul explicó que cuando Liz, la chica que ayudaba a Elena en su casa, subió a llevarle la comida  la encontró desvanecida con el teléfono a un lado.  Elena habría intentado quitarse la faja postoperatoria que debía usar tras su intervención estética. 

Liz y el chofer llevaron a la vaquera al hospital, sólo les tomó cinco minutos llegar al nosocomio más cercano, pero ya nada pudieron hacer por ella. “Medio respiraba, pero le costaba mucho”, indicó Azul. Justo antes de llegar al hospital dio su último aliento, la vaquera, de 31 años, murió víctima de una trombosis pulmonar. 

(Fotos: Instagram)

En vida, Elena siempre mantuvo las identidades de sus familiares en privado, sin embargo, en varias oportunidades hablaba de cómo sus consanguíneos nunca estuvieron de acuerdo con su forma de vida, mucho menos con el hecho de que se vendiera fotos explícitas para solventar los gastos  de Cuacolandia. 

“Mi familia me desheredó. Básicamente me dijeron que no contara con ellos para nada porque era muy triste que ‘acabara haciendo esas cosas’. Mi mamá me bloqueó por ‘falta de autoestima y dignidad’. Perdí contacto con mi familia, pero tampoco es que me ayudaran antes”, mencionó Larrea en un video para sus redes sociales. 

Actualmente, Beatriz, hermana de Elena, prometió tomar las riendas del refugio y el legado por el que trabajó la activista.